XLI

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Ella sacó las llaves de su cartera y comenzó a caminar

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Ella sacó las llaves de su cartera y comenzó a caminar. Estaba por llegar tarde a la presentación de su hijo, y no se podía permitir aquello. Se subió al auto y arrancó lo más rápido que pudo. Cuando llegó se bajó y casi corrió hacia dentro del auditorio. Un poco agitada se acercó a una de las profesoras.

—Señorita Mimí, ¿Dónde está mi hijo? —le preguntó recuperando un poco el aire que había perdido.

—Ruel está detrás del escenario, señora Van Dijk —le señaló el camino con el dedo.

Mary asintió con la cabeza y movió de nuevo sus piernas para acercarse al lugar. Corrió una cortina y lo divisó parado en medio de todas las niñas. Sonrió levemente. Él levantó su pequeña mirada miel y sonrió mostrando todos sus dientes al verla.

—Lo siento señoritas, pero llegó mi reina —les dijo a las niñas y se abrió camino de ellas para acercarse a su madre. Mary se agachó cuando él estuvo cerca.

—Eres todo un galancito —le dijo divertida.

—Lo sé mami, pero solo me interesas tú —dijo él.

—Okay, acabas de ganarte un helado para cuando termine la función —dijo ella y acomodó un poco sus rebeldes rulos —¿Estas nervioso?

—Nop, para nada —afirmó y sonrió.

Su madre levantó su mano y acarició su rostro. Sus mejillas estaban pobladas de pequeñas pecas, su nariz pequeña adornaba su cara de niño. Él era tan bello, su pequeño bebe. Con solo 5 años ya era todo un hombre, y hablaba como tal.

Una de las profesoras de piano se acercó a ellos.

—La función ya va a comenzar —les avisó. Ambos asintieron y volvieron a mirarse.

𝑷𝑬𝑳𝑰𝑮𝑹𝑶𝑺𝑨 𝑶𝑩𝑺𝑬𝑺𝑰𝑶́𝑵 ° ʀᴜᴇʟ 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora