LXV

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Corrí hacia donde se había dirigido el auto, pero ya se había alejado demasiado.

— ¡NO! —volví a gritar mientras sentía aquella sensación de impotencia en mi pecho.

— ¡Ruel! —me giré a verlos, Josh y Olivia venían corriendo hacia mí —¿Qué pasó?

—Se la llevaron —dijo mientras me daba cuenta de ello. Mis ojos se llenaron de lágrimas.

—¿Y Sophie? —preguntó Olivia.

—A Sophie —susurré.

— ¿Qué? —dijo ella sin poder creerlo.

—Tranquilo, Ruel... vamos a encontrarla. Necesitamos llamar a la policía y ¿Por qué se la llevaron? —dijo mi amigo.

—Mi padre —dije y lo miré a los ojos.
Josh asintió levemente y estiró la mano para entregarme el celular que había tirado antes de salir corriendo. Lo tomé y sin pensarlo marqué el número de su celular.

— ¿Qué pasó, hijo? —me preguntó al atender.

— ¡¿Dónde está maldita sea?! ¡Por tu bien no la toques porque juro que voy a encontrarte y a acabar contigo! —dije mientras apretaba los dientes.

—Solo estoy intentando ayudarte. Quiero salvarte, aunque no lo creas.

— ¿Por qué no me dejas en paz? —mi voz se quebró y las malditas lágrimas comenzaron a salir de mis ojos – No le hagas daño, por favor.

—Por eso mismo es que quiero alejarla de ti, hijo —susurró él como si estuviera con alguien – Ella es la que va a acabar contigo si no hago algo.

— ¡No, por favor, no le hagas nada! —grité.

—Me lo vas a agradecer algún día —dijo y colgó.

— ¡NO, MALDITA SEA, NO! —mi amigo se acercó a mí y me abrazó mientras yo sentí que todo el mundo se venía sobre mi cabeza —Va a hacerle algo —dije sin dejar de llorar —Él está loco y va a lastimarla.

—Tranquilo, hermano, tranquilo —me dijo él y se alejó de mí —Vamos a llamar a la policía y hay que buscar a personas que hayan estado cerca de tu padre y que sepan lugares en los que pueda estar.

—Ya llamé a la policía —dijo Olivia —Están viniendo para acá.

—Annie —dije y me alejé de ellos para correr de nuevo hacia la Universidad.

— ¡ Ruel, espera! —me gritó Josh.
Aún así no me detuve. Ella debe saber algo de todo esto, ella debe tener una idea de a donde ese infeliz se llevó a Sophie. Voy a matarla si no me lo dice.
Entré abruptamente al salón. Todos se giraron a verme. La busqué con la mirada y la encontré sentada casi al final del salón.

— ¿Dónde está? —le pregunté fuerte mientras me acercaba a ella.
Sus ojos se abrieron bien y se puso de pie para retroceder levemente. Me acerqué más y la toqué por los hombros.

— ¿Qué haces? —me preguntó nerviosa.

— ¡Dime donde diablos la tiene! —le grité.
— ¡ Ruel, Ruel! —Louis me alejó de ella. Intenté soltarme, pero él me lo impidió.

— ¡Suéltame! ¡Esta perra sabe donde la tiene! ¡Ella lo sabe! —dije mientras seguía haciendo fuerza para soltarme de mi amigo.

— ¡No sé de qué estás hablando! —me dijo ella mientras comenzaba a llorar.

— ¡Mentira, sí lo sabes! ¡Lo sabes, maldita sea! —seguí gritando.

— ¡Sáquenlo de mi clase! —dijo el profesor.
Sentí las manos de Louis sobre mi otro brazo y me giré a verlo.

𝑷𝑬𝑳𝑰𝑮𝑹𝑶𝑺𝑨 𝑶𝑩𝑺𝑬𝑺𝑰𝑶́𝑵 ° ʀᴜᴇʟ 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora