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—Amor mira lo que compré. —sonrió la menor, el mayor volteó para dedicarle una mirada veloz y sonreír; y así seguir escribiendo en su laptop.

La pequeña bajó sus brazos, con una pequeña mueca de tristeza en su rostro, dudo unos momentos pero al fin de cuentas dejó caer en el sillón aquellas cortinas color blanco marfil con bordes dorados; para acercarse hacia su pareja.

—Oppa~. —llamó abrazando su gran espalda hasta llegar a rodear su cuello, este rió.

—Pequeña, quiero consentirte lo sabes.

—¿Pero?—siempre era lo mismo con él, siempre había un pero de por medio.

—Debo terminar unos asuntos importantes de la empresa, lo entiendes, ¿cierto?.

En ningún momento volteó su mirada hacia su pequeña novia, simplemente tomó una de aquellas manos frágiles que le rodeaban el cuello para besarla y ponerse en pie.

—Iré a darme una pequeña ducha. —besó la frente de su amada novia y avanzó.

La menor le observó alejarse y en cuanto cruzo aquella puerta, suspiró frustrada.

—Bueno, ¿debería ir hablar con unnie? —se acercó hasta la laptop de su novio para observar la hora— Ash, ya es tarde. —se apresuró en correr.




—¿Te gustan en color lila? —indago EunBi cuestionando de cierto modo sus gustos, la mayor negó con una sonrisa.

—Pequeña Hwang, si esto no te gusta, no entiendo porque te ofreciste.

—Sabes que necesitaba tomar algo de aire, oppa está muy entusiasmado con el tema... —suspiro— realmente está feliz por su primo, y respectivamente me vi obligada a ser de ayuda en todos los preparativos.

La mayor rió— Tan lindo Hobi, siempre tan atento. Si, las quiero en lila y blancas por favor. —se dirigió a su asesor, este sonrió para tomar nota.

—Hablando de gentileza, ¿dónde está Yewon?

—Eso me preguntó. —Sojung miró la hora con el ceño fruncido.

—Oye, ¿crees que tú hermanita se olvidaría tú asesoramiento? —se burló.

—Pues...

—¡Lo siento! —ambas chicas voltearon para ver aquella pequeña niña disculpándose reiteradamente con uno de los jóvenes del salón.

Yewon apenas se percató de sus miradas, tomo una buena bocanada de aire, arregló su cabello y avanzó, encaminadose hacia ellas.

—Unnie, Sinbie. —sonrió apenada, se le notaba agitada.

—¿Sabes qué hora es? —indago Sojung de brazos cruzados.

—¡Lo siento! —reverencio avergonzada— No lo olvidé unnie, lo juro, es sólo que...

—Se te paso la hora con el idiota de Yoongi, ¿verdad?. —Eun rió bastante divertida, la menor se sonrojó y la mayor suspiró.

—Eso no importa ya, andando pequeña. —ambas menores asintieron para seguirla.




—Hyung, la presentación estuvo increíble. —sonrió el nuevo residente de la empresa, luego de correr por todo el salón para hablar con el superior.

—Gracias. Taehyung, ¿has organizado los papeles de la oficina del director Cha?

—De hecho... lo hizo la secretaria Kim. —comentó algo avergonzado.

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