—Eres el nuevo recluta, ¿verdad? —Taehyung levantó la mirada en busca de donde provenía aquel dulce timbre de voz.
Y se encontró con una chica de tez palida cual porcelana, de pie parada justo enfrente de él, sobo su nariz y limpió sus ojos para asentir con un timbre algo quebrado.
—¿Por qué sigues aquí? —pregunto al notar el rastro de lágrimas en sus mejillas, pero no recibió respuesta alguna.
Al parecer el muchacho no quería parecer débil ante ella, y quién mejor que Jung Ye Rin para comprenderlo.
La mayor con su mano en el bolsillo se apodero de lo que buscaba, e inclinado levemente su cuerpo hacia el suelo, en donde es encontraba sentado aquel joven, no dudo en extender su mano para alcanzarle un pañuelo.
—Gra-gracias... —susurro al aceptarlo, y fue en ese preciso momento en que pudo apreciar, debido a la cercanía, el rostro de aquella dulce señorita.
Ya que las luces de la empresa se encontraban apagadas a su alrededor y únicamente el destello que refleja la luz del pasillo les permitió distinguirse mutuamente.
—Descuida. —sonrió— ¿Cómo te llamas? —su pregunta le tomo por sorpresa y a su misma vez, le sonrojo.
¿A caso era una broma? La chica más linda de la oficina, ante sus ojos, se encontraba entablando una grata conversación y no solo eso, él se encontraba hecho una bolita en un rincón, llorando al igual que un niño pequeño.
Rápidamente seco sus lágrimas y apenado bajo su mirada— So-soy Kim Tae Hyung. —se presentó.
—Ya veo... —comentó con suavidad, enternecida— Debe ser difícil estar bajo la supervisión de Min. —el chico asintió cabizbajo— Aunque lo hagas bien no sabe elogiarte, y si te equivocas es duro al condenarte. ¡Ah! —suspiro con exageración— ¿debería golpearlo? Siempre me lo cuestionó. ¡Se lo merece! Una buena golpiza.
El menor alzó su mirada, anonadado por tremenda belleza, digna de cualquier justificada envidia. Ella por su parte, le dedicó una tierna sonrisa.
—No te desanimes, todos cometemos errores por eso somos humanos.
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•Las hermanas Kim se encontraban intercambiando sus propias penas recostadas en el sillón del departamento de la mayor.
Las risas y carcajadas de ambas no se hicieron de esperar, los leves golpes que la mayor intensifico sobre el pobre hombro y pierna de la menor, serían un buen recuerdo a la mañana siguiente.
El celular de Yewon sonó, pero ella no lo escuchó.
—Gracias por venir hermana. —sonrió la mayor— Y como veo que llevas puesto el pijama, supongo dormirás conmigo está noche.
—Claro, quiero hacer cucharita contigo unnie~. —ambas unieron sus cuerpos en un abrazó y rieron al unísono, dispuestas a ir a la recámara para recostarse.
Después de todo, sin siquiera haberlo notado, la hora transcurrió con velocidad.
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•—Yoongi, ¿podemos hablar? —pidio Yerin luego de notarlo dentro de su oficina, temprano por la mañana— ¿Dormiste aquí toda la noche? —cuestionó con el ceño fruncido.
—Si le llamas dormir a estar despierto solucionando los planos que se estropearon ayer por la tarde. —bostezo con ironía como de costumbre.
La frialdad en las palabras y entonación del mayor podrían herir susceptibilidades, pero para suerte suya, Jung Yerin no era fácil de ahuyentar. Mucho menos, atemorizar.
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Maktub ♡
Romance-Solo creo que mereces algo mucho mejor. "Eres una niña que no sabe lo que quiere", me parece muy injusto. -No podía prometerte "un para siempre", porque soy consciente de que hasta el infinito puede ser un corto fragmento de segundos. Pero nunca c...