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-¿Cuándo has llegado? -se dirigio al menor de los hermanos.

-Hace una semana aproximadamente. Hyung, cuanto tiempo a pasado, ¿unos cuatro o cinco tal vez?

-Yewon fue a ver a su amiga, Eunbi -informo Jimin al notar como el mayor observó por todo el departamento en busca de algo o mejor dicho de alguien.

Suspiro- Muy bien, ¿Cuándo piensas volver a tu casa? -pregunto directamente al mayor, el menor asintió varias veces.

-Es lo que me pregunto constantemente. De hecho vine a llevármelo, aun no puedo creer que te estes quedando aquí; de hecho que hayas dejado todas las tarjetas fue algo estúpido...

-Lo mismo digo. -sentencio Yoongi para quitarse el abrigo y dejarlo a un lado del sillom.

-Lo ves, incluso hyung lo piensa... -reprendio a su hermano, quien nego varias veces.

-No pienso decir que odio como se maneja mi padre en sus asuntos mientras me gozo de su estúpido dinero. ¿Acaso no pueden entenderlo?, ¿hablo en chino o qué? -cuestiono con cansancio.

-Pero eso es ridículo, te has ganado ese salario, has trabajado por el, ¡estas siendo terco! -recrimino.

-Deberias oir a tu hermano. -ambos voltearon a verlo- Al parecer ha madurado más rápido que tú.

Ambos jóvenes se encontraron en una silenciosa batalla de miradas, una que el menor no ignoró, de hecho creyó comprenderla y con mayor motivo decidió cortar aquel rollo intenso de hostilidad.

-Mira, los asuntos de la empresa pueden parecer esables, pero internamente van en picada. Necesito de tu eficiente trasero a la hora de la toma de desiciones.




La puerta se abrió y la menor quien se encontraba agotada se sorprendio al ver aquella luces de velas encendidas repartidas por toda la sala de estar.

-Llegaste a casa. -y observo a un Yoongi casual que pocas veces podias apreciar, sonrio intrigada.

-¿No estabas en un viaje de negocios? -se descalzo para ingresar y encaminarse hasta los sillones donde quitó su bolso y abrigo para depositarlos en ellos.

-Lamento no haberlo avisado... -se disculpo generando una leve sonrisa en la menor.

-¿Es tu forma de disculpa? -alzo una pequeña vela aromatica, él se acercó hasta ella para depositarse detrás.

-Tal vez, ¿funciona? -pregunto con suavidad, esta ladeo su cabeza en forma de duda- ¿y si hago esto? -rodeo su cintura en un cálido abrazo, ella sonrió y poco a poco empezó a dejar a un lado el enojo, las tensiones e inclusive el estrés por las situaciones en si mismas.

-Yoongi... -él acariciaba su vientre en leves círculos con sus dedos, unos que generaban más que cosquillas en la chica- ¿No esta tu amigo en casa? -él poso sus labios en el cuello de la más baja para besarlo, haciendo que cerrará sus ojos por instinto.

-Salio con su hermano, no vendrá en todo lo que queda de la noche... -informo mientras saboreaba el dulce aroma que emanaba del cuerpo de su mujer, quien al sentir su tacto, su aliento soltaba pequeños suspiros de placer.

-Entonces tu plan es jugar toda la noche... -susurro en vuelta en el deseo, este sonrió aun besando su clavicula.

-De hecho tenia pensado una noche con tus películas empalagosas favoritas. -se separo de ella para verle- Eres más salvaje de lo que aparentas pequeña... -rio al verla sonrojarse con facilidad por sus palabras.

-Tonto... -se apeno- pues bien -se alejo de él con picardía e indiferencia, su objetivo era molestarlo de igual modo que él lo hacía- ¿Cuál veremos primera, o quieres...?

Claro que el instinto del mayor fue mas rápido y se apoderó del pequeño y frágil cuerpo de su novia, para pegarlo más a si mismo, haciéndole sentir a su vientre bajo el deseo de su entrepierna; ella sonrió por lo bajo para entre abrir su pequeña boca y dejar escapar un jadeo, por lo que el mayor gruño y se apoderó de sus labios con pasión y rodeó su cintura para alzarla, al mismo tiempo que ella enredó sus piernas en su cadera para dar mayor acceso a aquellos sexos deseosos por probarse una vez más.

Entre pasos cortos y ligeros, entre besos y chupones, entre manos juguetonas de la menor que rodeaban su cuello y arrebataban su camisa holgada, entre manos traviesas de él que sujetaban su cintura mientras manoseaban su pequeño y adorable trasero.

Los sonidos inconfundibles de una noche de pasión sin lugar a dudas, unos que no se conformarían con una vez, claro que no; este era el inicio de una noche eterna para ambos.





Los ojos de un Jimin algo resacado se abrieron con pesar por la luz proveniente de las persianas, se encontró durmiendo a un costado de su adorable hermano quien lo abrazaba aun profundamente dormido, este sonrió para negar y apoderarse del brazo cariñoso de Jung para quitarlo de encima y depositarlo sobre la cama vacia a su lado.

Se dio una leve ducha y recordó inesesariamente las palabras de su pequeño, ya no tanto de hecho; él tenia su punto, sabia que tenia razón, sólo era su orgullo andante, quizás porque en el fondo de su corazón, mantenía la esperanza de que sea su padre quien le buscará para pedirle que regresara, bastante sobervio por su parte.

Se cambio y salio de la habitacion de hotel donde se hospedaba su hermano, no sin antes dejarle una nota. De seguro que al despertar le maldeciría por no esperarlo e irse sin más, pero no había mucho que hacer, aun no estaba listo para confrontar a su familia, a su sangre y las consecuencias que ello conlleva.

Tan inmerso en sus propios pensamientos lo llevaron a chocar con alguien, no tan desconocida al parecer.

-Lo lamento.. -se disculpo para inclinarse a recoger la botella de agua, mientras la contraria tomaba entre sus manos su celular que cayó al suelo con auriculares y todo por el impacto seco de sus hombros y pecho.

-Espero tengas cobertura. -acoto para intentar prenderlo y este tardo unos momentos.

-En verdad me disculpó, no vi por donde iba yo...

-Mal día supongo -sonrio al revisar que anduviera bien, lo cual hizo- Estas de suerte -mostro su celular levemente y lo observó unos minutos, él de igual manera.

-Eres Yuna, ¿verdad? -pregunto al apreciar sus rasgos faciales un poco mejor.

-Jimin, ¿cierto? -él asintió y ambos sonrieron.

-El mundo es pequeño -le entrego su cantimplora color violeta, ella la tomo para asentir con una ligera sonrisa.

-Asi es y al parecer los tragos tampoco son tu fuerte -rio ante la cara epica del mayor- el hedor es fuerte...

-Ahh -rasco su nuca avergonzándo- y eso que me bañe... -ambos rieron.

-Consejo personal, no tomes en un inicio de semana. -estaba por marchar pero él la detuvo.

-Lo tomaré en consideración, ¿te importaría un compañero de ejercicio? Sólo por hoy claro, si no te molesta...

Sonrio- Si corres como tomas estamos en problemas...

Rió- Prometo sorprender.

-Andando... -sonrió para ponerse a trotar, siendo seguida por un Jimin agradecido, nesecitaba distraerse y que mejor idea o compania.

Maktub ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora