Que feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo. Que feo es que le intentes demostrar tu amor y el te saque a patadas de su vida. Que feo es que tú seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres.
Vivir co...
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Terminé de maquillarme y corrí escaleras abajo. Christopher, junto con Amber, reían a carcajadas.
–Me llamas si necesitas algo .–le dijo. Ella sintió.– Ha sido un placer tenerte aquí en casa, primita .–sonrió con simpatía. Amber le devolvió el gesto.
–Lo se, Christopher para cualquiera seria un placer tenerme en su casa .–rió. Christopher se unió a sus carcajadas. Nos vemos el día de la boda.–sonrió
–Claro que si–le dijo él, con la misma sonrisa.
–Nos vemos ______.–dijo casi en un gritó al verme bajar, escalón por escalón
–Nos vemos Amber.–le sonreí y la estreché en mis brazos.– Nuevamente, disculpa por las acusaciones y gracias por divertirme esta mañana cuando no pude pegar un solo ojo .–ella rió– Es enserio, espero verte luego de la boda, también.
–Oh, claro. Dalo por hecho, linda.– sonrió.– Y te debo una disculpa y también...–nos separamos y ella acomodó su cabello– He sido una estúpida, debí presentarme antes de aue sacaras conclusiones .–rió. Le sonreí al igual que Christopher lo hacía.
–Nos vemos en tres días, Amber.– le dijo Christopher. Ella golpeó el hombro del chico y se montó en el taxi.
El vehículo encenció el motor y pronto comenzó a avanzar por la calle. Christopher tomó su celular y tecleó algo. Yo, por mi parte, acomodé mi falda y luego lo miré.
–¿Nos vamos? .–preguntó
–Claro .–sonreí
–¿No llevas bolso? –preguntó
–No, no tengo nada que llevar .–reí. Torció los ojos y rió
–Ya, vamos –me dijo un leve empujón por la espalda
Juntos, subimos al auto y abrochamos los cinturones. Christopher encenció el motor y en menos de diez segundos ya habíamos comenzado a andar hacia la empresa.
–¿Pongo música? –preguntó. Asentí y el encendió la radio.
–¿Christopher? .–pregunté con curiosidad
–Dime....
–¿Por qué no me has dicho que teniamos habitación de huéspedes?
–Por que se me habia ocurrido .–rió
–Oh, tu ocurrencia a sido genial –dije irónica mientras causaba su risa.
–De todos modos, no he conseguido lo que quería .–dijo y volteó a la siguiente calle.
–No lo obtendrás, nunca Christopher, nunca.
–Como digas .–rió.– Pero te has quedado a dormir dos noches junto a mi
–Pero porque tenía miedo –me excusé
–Si, claro .–dio rienda suelta a una carcajada.– ¿Y no se te ha ocurrido inspeccionar la casa?
