Capítulo -42 " No necesitas amigos si me tienes a mi "

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Nos encontrábamos paseando por el centro de la ciudad, tomados de la mano, como una pareja

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Nos encontrábamos paseando por el centro de la ciudad, tomados de la mano, como una pareja. Christopher buscaba con la mirada un lugar donde tomar la media tarde.
Acompañados por un sol que se iba escondiendo poco a poco, Christopher tarareaba una canción alegremente.
Caminábamos mientras veíamos locales de hermosa ropa, observando a los animados franceses bailar en las esquinas.

–¿Aquí? .–preguntó y señaló un bello café de puertas de cristal

–Si, como quieras .–respondí por lo bajo observando como dos niñas se peleaban por una muñeca de porcelana.– Si, entremos –dije luego. Christopher alzó los hombros y juntos entramos al lugar.

Era un pequeño café pero muy pintoresco.
Poseía mesas de madera con pequeños detalles en las patas y alrededor de estas. La gente estaba sentada hablando sonriente y bebiendo café. Christopher se acercò a una mesa para dos y movió la silla para que yo me sentara. Le sonreí e hice caso a su caballerosidad. Rodeó la mesa y se sentó en frente mió.

–Bienvenidos .–dijo un mozo de baja estatura mientras colocaba las cartas sobre la mesa.– Cuando ya estén listos para pedir, pueden llamarme –dijo y sonrió sutilmente para luego darse la media vuelta y alejarse de nosotros.

–Yo quiero un frapuccino .–dije y dejé la carta sobre la mesa. Christopher torció la boca mientras pensaba.

–Yo quiero, lo mismo .–dijo y sonrió. Alzó la mano y pronto el hombre estaba al lado nuestro.– Dos frapuccinos.

–Enseguida se los traigo .–dijo y sonrió mientras se retiraba.

Christopher se distrajo viendo un partido de fútbol que pasaban por la televisión del lugar. Me dediqué a observar el lugar donde estábamos. Era típico de Francia, lo que a mi más me gustaba.

–¡No! .–exclamó enojado.– No se cómo hacen para perderse ese gol .–golpeó la mesa.

–No entiendo por que se ponen asi.

–¿Quiénes? .–preguntó sin mirarme.

–Los hombres, son todos así cuando ven partidos de fútbol.

–No lo creo _______.–dijo y negó con la cabeza.– ¿Has visto eso? No sabe siquiera atajar la pelota, hasta yo lo haría mejor .–dijo y se cruzò de brazos. Reí.– No me hace gracia, cariño.

–A mi si .–espeté pensando la expresión que él acababa de utilizar.– ¿Cariño? –pregunté alzando una ceja.

–¿Qué? ¿Qué tiene? –hizo una mueca y se rasco la nuca.

–No lo se, nunca me has dicho así, solo cuando pretendes llevarme a la cama .–dije. Rió

–Bueno, si no quieres no te lo digo –alzó los hombros. Abrí la boca para hablar pero él continuó –Hablando de eso ¿Cómo has pasado la noche? .– preguntó. Sentí como se acumulaba la sangre en mis mejillas.

La Bella y La Bestia (CV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora