Capitulo 16

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Lucian se quedo mirando fijamente a Sophia, no podía creer  que le estuviera diciendo eso, se suponía que él debía protegerla y ahora ella le tenía miedo, ¡Miedo! de tan sólo escuchar esa palabra le causaba horrores.

- Soph ¿Acaso no pensabas decirme lo del bebé? ¿Tan malo soy?

Sophia limpio sus mejillas y lo tomó del rostro.

- Estaba dejando que calmaras tus animos Lus, por eso lo hice - suspiro.

- De lo único que puedes preocuparte es de que estes bien, del resto me  encargo yo, tranquila.

- El médico menciono que debia tener cuidados especiales en mi embarazo, por la forma en que perdí al primer bebé, al parecer quedaron secuelas de las que no me había dado cuenta.

- Voy a estar contigo todo el tiempo, voy a cuidar de ti y voy a ser lo mejor para nuestro hijo.

- Confío en ti - le dio ella una sonrisa.

En ese momento las luces de una patrulla se hicieron presentes, dos oficiales de policia bajaron de allí y se colocaron enfrente de ellos.

- ¿Señor Novicov? - pregunto uno de ellos a lo que Lucian asintió.

- Soy yo, ¿En que puedo ser de ayuda?

- Necesitamos que nos acompañe a una estación, ha sido buscado por un delito grave. Sólo es rutina.

La tensión se creo en el cuerpo de Sophia quien apretó fuertemente su mano.

- Por supuesto - respondió con total tranquilidad Lucian.

- Lus... - susurro Sophia mientras lo veía directo a sus ojos.

- Regresa a casa en el auto - respondió él.

- No, iré contigo - dijo ella mientras veía como lo esposaban.

- Sophia regresate a casa, estaré bien.

- No puedo estarlo si veo como te llevan de esa forma.

- Prometo que lo resolvere, tu quédate tranquila mi pequeña luciérnaga.

Los policías le indicaron a ambos que era momento de separarse, Lucian subió a la patrulla mientras Sophia se quedaba a un lado del auto.

- No va a tomar mucho tiempo, creame - le susurro uno de los oficiales al ruso cuando lo vio quedarse viendo hacía atrás.

- Es solo que no me gusta dejar que se marche a casa sola – se acomodó el traje mientras miraba las esposas en sus manos. Debía pensar rápidamente en un plan o se quedaría en una cárcel el resto de su existencia.

La patrulla se detuvo en una comisaria cercana, ambos policías bajaron del auto junto a Lucian. Realizaron el procedimiento requerido y después de tomar algunas de sus pertenencias le ofrecieron la oportunidad de llamar a una persona. Por su mente solo cruzo la imagen de Sebastyán no podía dejar que su hermano, menos su padre se enterase de aquello. Sebastyan contesto la llamada y prometió ayudar en lo que estaba al alcance de sus manos.

Aquellas dos horas fueron eternas tanto para Sophia como para Lucian. Era como pedirle al tiempo que marchara con rapidez, algo casi imposible.

Sophia regreso a la mansión sin encontrar una solución al problema, sólo espero noticias de Lucian como lo había prometido. Tomo sus cosas subió a la habitación y una vez estuvo en la cama se dejó caer a esta llorando mientras enviaba un mensaje de texto explicándole todo a Damián. No sabía a quién más recurrir. Después de hablar por más de cinco minutos con el alemán se quedó dormida aferrada a una de las almohadas que estaban a un costado suyo.

Sangre RusaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora