VIII

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Luego de hacer las compras llegue a mi casa con maruchan la cual me hice inmediatamente cuando llegue, espere los 3 minutos como si fueran eternos, me serví una copa de vino y empecé a comer mi maruchan...

Nunca había sido tan feliz comiéndome una maruchan. Luego de comer me acosté intentando conseguir sueño, lo cual no sucedió, entonces empecé a mirar por la ventana, vi a las estrellas que me sonríen como cascabeles y se me ocurrió hacerme un pan. Cuando lo estaba comiendo mi larga barba gris estaba sobre mi pan y me dio como un ¡iugh! qué asco o en simples palabras me asqueé y se lo Di al gato que siempre está en la ventana. (tal y como en las películas)

Me entró el sueño y me fui a dormir con mucha emoción, apagué la luz y entre de un salto a mi cama, recordando como cuando era niño y pensaba que debajo de mi cama había un monstruo o el chupacabras.

Me dormí inmediatamente y entré al mundo fantástico del principito, vi el siguiente planeta, en el cual se ve un mundio detenido y oscuro y en él un hombre eternamente dormido con ojeras que indicaban que no había dormido hace meses.
Junto al hombre, un farol apagado. Me acerqué al farol y había un cartel en el cual estaba escrito "buenos días... buenas noches" entonces recordé la historia del príncipe de los cabellos de oro y el farolero. Recordé a un hombre que nunca descansó, pero era el que más sentido tenía, tal vez fue uno de sus planetas favoritos ya que puede ver muchos atardeceres... Pero ahora está detenido, tal vez por la ausencia de su trabajador estrella.
Ahora pensando ¿y mi ratón? Inmediatamente dirigí mi vista al hombre que no demostraba ningún movimiento. Junto a él mi ratón, lamentablemente tampoco se mueve, creo que los dejaré dormir...para siempre...
Luego de ese pensamiento desperté.

El regreso del Príncipe (Principito 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora