IX

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Me desperté cerca de las 2pm, sé que no es una hora prudente, pero mis aventuras totalmente lo valen, mi pequeño niño me dio esa chispa de curiosidad que me guía a continuar y terminar el viaje que alguna vez, él hizo.

No me molesté en comer, con suerte tomé una ducha, que, sin exagerar; duró casi una hora.

El resto de mi día me la pasé viendo televisión y reordenando cosas una y otra vez, dejando nuevamente todo igual.

El día pasó rápido, tomé un vaso de agua antes de acostarme a dormir, lo cual no me tomó más de 5 minutos, y a las 9pm ya estaba acostado... aquí vamos...

Esta vez ya estaba en el aire, se sentía ligeramente fresco y solitario al ver todas esas estrellas y ese vacío infinito. Llegué al nuevo planeta, pero solo veía un gran libro y una gran mesa acompañada de una silla elegante de madera. Caí de pie en el nuevo planeta, y rápidamente me dirigí al gran libro abierto, y muchos lugares y mapas se encontraban escritos ahí.

América, Asia, África, Antártida, Europa y Oceanía. Continentes con sus respectivos países y sus respectivas capitales.

Había mapas muy bien detallados, al igual que descripciones perfectas, pero luego de todo eso, y pasar hoja tras hoja, llegué a una nota del autor:

E vivido mucho tiempo escribiendo y escuchando del mundo y la tierra, pero creo que es hora de ir y explorar todo por mi cuenta, ver todo con mis ojos, sentirlo con mi piel, escucharlo con mis oídos, y olfatearlo con mi nariz, realmente es muy emocionante y nostálgico abandonar mi planeta, y mi libro, lleno de todo mi conocimiento, pero ya no hay nada más que escribir... y es hora de descubrir...
-Geógrafo xx/xx/20xx

-Creo que también es hora de ir a la tierra- dije para mí mismo y luego desperté.

El regreso del Príncipe (Principito 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora