Prólogo

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Sus varios tatuajes ocultos bajo su apretada camisa, siendo besados por mis pequeños labios.

Mis mejillas llenas de pecas siendo besados por sus grandes y carnosos labios.

Sus grandes ojos marrones viendo mis pequeños ojos color miel.

Todo parecía que sería perfecto para siempre. Un sueño que se hacía una realidad extraña.

Luché pero no lo logré, con sus dulces palabras me envolvió y me cautivó para siempre.

Su ruda forma de rogar, y su maldita manera de acercarse fue lo que más me cautivó.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora