Capítulo 4

261 32 5
                                    

Me senté en las escaleras internas de la casa, tomaba una taza de café. De pronto se escuchó el leve sonido del timbre. No hice ni el más mínimo esfuerzo en levantarme, mamá por el contrario corrió a la puerta.

Pasaban las ocho de la noche, ¿Quién rayos nos buscaba a esa hora?, Ni mamá ni yo teníamos muchas amistades.

Mamá abrió la puerta, y deseé haberme esforzado por abrir, ¿Qué chingados hacia él aquí?, ¿Cómo sabía dónde vivía?.

- Buenas noches- Sonrió Christopher

-¿Qué buscas?- A mi madre se le notaba molesta y sorprendida por el hecho de que un chico estuviera en casa

-¿Aquí vive Lily Villacorta?

-¿Qué haces aquí?- Corrí hacia la puerta

- Creo que tengo algo que te pertenece- Mostró mi mochila

Salí de casa y cerré la puerta detrás mío, mamá se asomó por la ventana.

-¿Cómo sabes dónde vivo?

- Eso se llama tener contactos

Miré por detrás de su hombro, recargada en su auto había una chica con una falda diminuta, blusa escotada y tacones brilloso, prácticamente era una prostituta.

-Tienes compañía- Arqueé una ceja

-¿Celosa?- Rió burlón

- Para nada- Le arrebaté mi mochila y gire para entrar

- Solo una amiga- Dijo mientras tomaba mi brazo

- Ya te he dicho que no me importa- Lo mire a sus bellos ojos

- Tu rostro dice otra cosa

- No me importa

No estúpida, no dejes que se de cuenta que, por primera vez en tu vida, estás inundada de celos•

-¿Segura?- Susurró a mi oído

¡Lo olvide por completo!, Mamá seguía observando por la ventana. Me alejé rápidamente.

- Vete de mi casa

- Me voy hermosa- Lanzo un beso al aire, y después guiño uno de sus bellos ojos

Entré a casa, tengo miedo.

-¿Quién es?

- Un chico nuevo

- Se acerca mucho, ¿No crees?- Se cruzó de brazos

- Lo lamento, yo sé que ellos no son para nosotras

- Eso espero

Subí las escaleras y me encerré en mi habitación. Debía hacer tarea, abrí la mochila y saqué una libreta, abrí la primera hoja, y, ¿Era una nota?

Hola bella princesa

Desde el primer momento que te ví en aquella silla, con tu pelirroja cabellera, cuando te ví en la fiesta, comenzé a desear esos pequeños y rosas labios, deseé que mis manos rozaran tus mejillas llenas de pecas.
No puedo evitar verte y desear besarte, tu silueta a estado en mi mente desde aquella noche.
No sé si lo cursi sea lo mío, sin embargo he decidido que te haré cambiar de opinión, te sorprenderé día a día. Talvez te amo, o talvez solo me atraes, pero lo que sea, quiero tenerte cerca.

Atte. Christopher Marroquín.

Se había inspirado, escribió cosas que jamás imaginé que existieran en ese cuerpo tan musculoso.

Mi corazón latía rápidamente, ¿Cómo era posible que un chico se inspirara en mí?.

Llamé a Amanda, necesitaba contar esto ya mismo. Ella corrió a casa para enterarse de la noticia.

-¿Qué ha pasado?- Aún estaba recuperando el aire que perdió al correr

- Es Christopher

-¿Qué tiene?

- Mira - Le mostré la nota.

La leyó y cuando acabó se quedó inmóvil, me miró y sonrió.

- Amiga, creo que esté será el indicado

- No digas tonterías, solo está jugando conmigo

- No Lily- Movió la nota - Esto solo lo escribe una persona enamorada

•¿Amor?, Esa palabra ha estado prohibida para mí desde hace muchos años. ¿Tendrá razón?, ¡No!, Eso es imposible, no puedo enamorarme•

- Lily, no lo podrás evitar

- Bueno, haré hasta lo imposible con tal de no enamorarme

Cuando Amanda se fué, me recosté en mi cama, puse play a mi lista favorita. ¿Cómo carajo le haría para no enamorarme?, Si era verdad que era incontrolable, yo no podía enamorarme.

Por alguna extraña razón me sentía con ganas de besar aquellos grandes y carnosos labios, deseé por un momento ser la esa chica mal vestida.

Seguro ahora mismo se estarían besando, mientras yo solo lo puedo soñar. Entre todos esos pensamientos, caí en un profundo sueño.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora