Capítulo 9

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-¿Cómo está tu papá?

- Mejor, en el hospital- Christopher estaba fumando una vez más

-¿Por qué lo haces?

-¿Que cosa?

- Fumar

- No lo sé, cuando mamá murió comencé a tomar y fumar

-¿No has pensado en dejarlo?

- Aún no lo logro- Soltó el cigarrillo y se acercó a mí -¿Te molesta?

- Bastante, pero bueno, es tu vida

- No, está bien, si tú quieres, puedo cambiar

¡A la madre!, Un chico estaba dispuesto a cambiar por mí. ¿Cómo reaccionas a eso?

•No te he dado permiso de abrirle las puertas a quién sea, recuerda que el es un mujeriego y nunca va a amar•

- No te pedí nada

- Lo hago porque quiero

Bueno, si realmente así lo deseaba, lo haría.

Cuando la noche cayó, Susan, Amanda y yo salimos a un pequeño bar cerca del centro de la ciudad, un bar visitado por demasiadas personas.

- Vamos, bailemos- Insistía Amanda

- No, estoy bien aquí, vayan ustedes

- Vale

Ambas fueron a conseguir una pareja y comenzaron a bailar.

Al final de la pista había una pareja que se besaba apasionadamente, los vi y empecé a imaginar que ese par éramos Christopher y yo.

Después de tanto besarse, se separaron y se lograron ver sus rostros, ella era una chica de cabello castaño y lago, delgada y escasa en sus pechos.

El chico era tez clara, cabello largo, negro y, ¡Espera!, ¡Él es Christopher!. Había jurado que cambiaría y ahora estaba ahí, besando a una chica que seguro acaba de conocer.

De pronto levantó la mirada y nos vimos a los ojos. No pude controlar las lágrimas y salí corriendo al balcón del bar

-¡Lily!- Christopher estaba en la entrada del balcón

-¿Qué quieres?- Mi voz estaba quebrada

- Lamento lo que viste

- A mi no me importa, no somos nada

- Pero me importa lo que piensas

- Pues no debería

- Entiende, te has vuelto parte de mí

- Que lástima, tú no eres parte de mí

- Lily- Se acercó a mí y me giró para que lo viera - Perdón

-¿Qué debo perdonar?, Así eres tú y jamás vas a cambiar

- Lily, Te amo

Abrí mis ojos, tanto que parecía que saldrían de su órbita -¿Qué dijiste?

- Te amo, eres una chica distinta a todas las que he conocido

Tomó mi cintura, me atrajo a él y me comenzó a besar.

Una vez más, ¿Cuántas veces debo repetirte que no te puedes enamorar?, Ese chico jamás será distinto•

Me separé rápidamente

-¿Qué haces?

- Te demuestro que no miento

- Olvídalo, esa chica seguro te espera

- Por favor, entiende que quiero cambiar

- Cuando cambies búscame

- Talvez tengas razón, necesito cambiar

- Jamás pensé decir esto- Me detuve un poco - TE AMO

•¿Que acabas de hacer?, Te rendirte ante este idiota, pendejo, estúpido pero sexy chico. El plan era jamás enamorarte de nadie. Maldito corazón, jugaste chueco conmigo•

-¿Lo has dicho?

- Si- Me arrepentí de inmediato, corrí y me alejé de ahí

¡Hijo de la gran puta! Hiciste que desobedeciera los lineamientos que mi madre había establecido.

Enamorarme de alguien como él jamás estuvo en mis planes. Es un idiota al igual que Adolfo Mora. No merecía que alguien se volviera tan loca por él.

•Esta vez no, no juegues conmigo•

Me detuve al frente de una casa, antes de llegar a casa necesitaba relajarme. Pero en esa casa había una fiesta, y, ¿Cuál crees que es la canción que sonaba?, Si "Love has not limits", ¿Era posible que el destino fuera tan cabrón?, Acababa de confesarme ante Christopher, y la canción que estaba escuchando era la canción que habíamos establecido como nuestra.

Probablemente si éramos el uno para el otro, pero, ¿Cómo se lo diría a mamá?. Juramos juntas jamás creer en un hombre. Talvez era hora de enfrentarla y salir del cajón en el que me había encerrado.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora