Capítulo 20

114 21 0
                                    

Después de que ya había destruido a la antigua Lily, no había nada que me sorprendiera.

Estaba tan dentro de mi corazón, que no había locura suya que no aceptara seguir. Necesitaba aprovechar tu compañía sin importar las horas o los minutos que fueran

-¿Te diviertes?- Tenía un vaso de cerveza en su mano

- Bastante

Ambos empezábamos a no razonar, llevábamos varios tragos y yo aún era muy inexperta

-¿Podemos hablar?- Dijo Adolfo mientras le quitaba el vaso a Christopher

- Sí- Salieron de la casa y se dirigieron al área de albercas

-¿Cuánto más piensas retrasar ésto?- Adolfo se notaba bastante molesto

- Espera un poco más

- No Christopher, ni un día más

- Bien, será hoy, pero yo me encargo de todo

- Vale- Pero realmente no pensaba dejárselo todo a él, Adolfo sabía que Christopher estaba enamorado

Christopher entró a buscarme en la casa. Adolfo por su parte movió sus piezas a su manera.

- Necesito que hagas algo por mí

-¿Y que te hace creer que quiero ayudarte en algo?- Ese era el carácter normal de aquella chica

-¿Quieres que todos lo vean?- Le mostró un vídeo que había grabado aquella vez que me hicieron la primera novatada en la alberca

-¡Me grabaste!

- Eso se llama tener planes

-¿Qué debo hacer?- Se sintió intimidada con la idea de que su video fuera publicado

- Grabar a Christopher- Le entregó un celular -Y a Lily

-¿Qué?- Gritó sorprendida - No puedo, a cualquier persona menos a Lily

- Lo harás- Le mostró nuevamente el vídeo - O lo verán todos

- Vale... Pero júrame que tampoco subirás el de Lily

- Lo prometo- ¿Cómo se te ocurre confiar en la palabra de Adolfo Mora?

Christopher se acercó a mí, con un nerviosismo jamás antes visto en él

-¿Todo bien princesa?

- Sí- Lo miré

- Ven- Retiro el vaso que había en mis manos y lo colocó sobre la mesa

-¿A dónde?

-Solo vamos- Tomó mi mano y comenzó a caminar hacia el segundo nivel de la casa

- Espera- Me detuve - No estoy preparada- Era obvio lo que quería, todo el que subía a las habitaciones, no regresaba igual

- Prometo tratarte bien

No pude negarme, realmente tenía ganas de que mi primera vez fuera con él. Continué caminando hasta llegar a una gran habitación de puerta café.

- Será bueno- Dijo mientras me recostaba delicadamente en la enorme cama

- Estoy segura

Comenzó a bajar los tirantes de mi camiseta color azul, seguido de eso, desabrochó el botón de mis shorts. Rápidamente pero con delicadeza retiró ambas prendas y quedé únicamente en ropa interior.

Separé los botones de su camisa dejando ver su pecho y abdomen llenos de tatuajes, desabroché su pantalón. Ambos quedamos en ropa interior.

Comenzó a besar mi cuello mientras con su mano rozaba mi pierna. Retiró mi sostén y mi calzón, por mi parte retiré su boxer color gris.

Fué la mejor experiencia de mi vida, me hacía feliz pensar que él estaba conmigo. Ahora estoy segura que la pasión hacia él es imparable.

- Sonará cursi, pero te amo

Se detuvo y me miró - Bella, te amo- Continúo en aquello que, sin pensar, me estaba encantando.

•Asi es Lily... Ya no hay vuelta atrás, le acabas de otorgar algo preciado a este chico, no hay más, Corazón disfruta estos últimos a su lado•

Estuvimos en esa habitación el tiempo suficiente para que yo olvidara que estaba en una fiesta y aparte en casa ajena.

- Eres lo mejor- Mi miró y dejó escapar una lágrima

-¿Qué pasa?

- Fuí un mal chico

-¿De qué hablas?

- Nada, es solo que te amo pero me hubiera encantado acercarme a tí aquella noche, por razones distintas

- No entiendo

- Nada, ya comenzé a reparar mi errores y espero no repetirlos

- Me asustas

- Olvidalo- Besó mi frente con calidez

Creí que intentaba decir algo, pero se arrepintió, no quiso decir nada más.

- Listo- La chica aventó el celular

- Muy bien... Pero quita esa cara- Adolfo se acercó y tocó un mechón de la corta y dorada cabellera de la chica

- Déjame- Aventó la mano de Adolfo - Eres un ser despreciable

- No decías eso aquella noche

- Te odio- Comenzó a derramar lágrimas y se retiró

Esa noche que marcó un antes y un después en la historia que se escribía entre Christopher y yo.

Y no solo en esa, también en todo lo que seguiría mi vida.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora