Capitulo 5

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¡Maldito Christopher!, Mientras caminaba por los pasillos en dirección a mi salón, todos hacían una barrera pegados a la pared, me observaban y se oían murmullos.

Entré en el salón y ahí estaba, Christopher estaba rodeado de chicas, todas coqueteaban mientras él estaba enaltecido.

- Llegaste bella - Se alejó de él montón de chicas estúpidas

- Quítate- Lo empujé levemente para pasar a mi asiento

-¿Algún problema conmigo?

- ¿Te parece poco la gran vergüenza que me hiciste pasar?

- Ya pedí disculpas

- No las acepto

- Y - Se recargó en mi pupitre -¿Leíste la nota?

- Horrible por cierto - Era lo mejor que había recibido en toda mi aburrida vida, pero no sé podía enterar

Tomó mi barbilla y me giro hacia él -¿Segura?

Vi sus tan perfectas facciones, era imposible no rendirse ante él, pero ¡No!, Es un idiota que le encanta ser irresistible.

- Déjame en paz- Aventé su mano y me giré hacia otro lado

Se retiró de mi lado.

•¡Maldición!, ¿Por qué tengo que desear que no se aleje de mí?•

Cuando acabó nuestra primera clase, me levanté rápidamente, entré en un pequeño callejón entre el laboratorio y la calle, estaba dispuesta a llorar, aunque no sabía porque.

-¿Qué te pasa bella?- Christopher estaba recargado en la pared, tenía un pie sobre ella y el otro en la tierra

-¿Qué haces aquí?

-¿No lo ves?- Sacudió el cigarrillo que sostenía entre sus dedos

- Está prohibido hacer eso

- Lo sé - Entendió su mano con el cigarrillo -¿Gustas?

- No tomo, ¿Crees que voy a fumar?

- Claro, casi olvidó que eres una especie de madre Teresa de Calcuta

- Me cuido, que es distinto

- Como sea - Metió el cigarrillo en su boca y después lo tiró al suelo - No contestaste, ¿Qué hacías?

- Solo buscaba estar sola

- Que mal que tú tan bella quieras estar sola- Se acercó a mí y me puso contra la pared

-¿Qué haces?- Mi voz temblaba de nervios

- Estoy seguro de que te gusta- Se acercó tanto que podía sentir su respiración

- No

-¿Por qué los nervios?- Susurró en mi oído

-¿Yo?

•De cerca se ve aún más sexy y atractivo, él hace que esto sea imposible de evitar, no lo mires con buenos ojos por favor, no te enamores corazón•

Lo miré a los ojos y fueron incontrolables las ganas de besarlo. Tome su rostro y junté mis labios con los suyos.

Él siguió el beso, paso su mano hacia mi cadera, y después comenzó a bajar lentamente hacia mi tracero.

-¡No!- Le dí un fuerte empujón

Soltó una carcajada de burla - Eres perfecta, pequeña Lily

- Estúpido, ¿Por qué lo hiciste?

-¿Yo?- Acomodó el cuello de su camisa - Tú fuiste quien me besó

•¡Maldito corazón de mierda!, Date cuenta que este idiota no es para una chica como tú•

- Tienes razón, pero fue un completo error

- Creo que ahora tus labios son mis favoritos- Mordió su labio inferior

- Idiota- Di media vuelta dándole la espalda

- Que bello es ver cuándo te vaz, aunque ojalá jamás te fueras de mi lado

Giré para verlo, ¡Estaba viendo mi tracero!

-¡Qué haces pervertido!- Me tape con mis manos

-¿Qué culpa tengo de que tengas un hermoso cuerpo?

- Mejor deberías ponerte a estudiar para tu futuro

- Eso no es algo que me llame la atención

-¿Acaso piensas repetir una vez más?

- Si tú te gradúas, seguro saldré

Me sentía especial,(aunque no debía), entre tantas chicas que lo siguen, es a mi a la única que busca, soy a la única que desea de verdad.

- Mañana habrá una fiesta en casa de Adolfo Mora, ¿Vienes?- Preguntó con una dulce voz

- Veré, si Amanda quiere ir, ahí estaré

No me podía arriesgar a ir sola, Adolfo Mora es el chico más pervertido y popular de la escuela, hemos estado juntos desde cuarto año de primaria.

- Ojalá quiera ir

Asentí con la cabeza y me retiré de ahí.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora