Capítulo 2

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-Bienvenidas al infierno una vez más- Dijo Susan un poco adormitada

-Yo amo estudiar

-Eres de flojera Lily - Dijo Amanda

-No... Solo soy centrada

-Cómo sea... ¿Salón?- Preguntó Susan como era costumbre desde secundaria

-236 en el edificio Este- Dijo Amanda

-592 en el edificio Sur- Ese era era mi salón

-Maldición... 407 en el edificio Norte- El salón de Susan

-¡Más divididas que nunca!- Exclamó Amanda

-No hay ni una clase juntas

-Bien... Nos vemos a la salida Lily...

- Vale - Dije mientras me alejaba de ellas

Llegué al edificio y cuando por fin encontré el salón abrí la puerta para entrar

-Lily... Eres la primera- Dijo la Señorita Grin, mi profesora de literatura mis últimos dos años de preparatoria

-Señorita Grin... ¿Cómo está?

-Yo bien Lily... Feliz de que estés en mi clase

-¿Por qué?- Pregunté aunque ya sabía que respondería

-Eres por mucho la mejor estudiante

Me coloqué de espaldas a la puerta mientras dejaba mi mochila, y cuando estaba apunto de contestar, alguien me lo impidió

-¿Esta es la clase de la Señorita Grin?- Dijo un chico desde la puerta

- Esta es - Contestó amablemente la Señorita Grin - Pasa...- Hizo una pequeña pausa para que el chico contestara con su nombre

-Christopher Marroquín, ese es mi nombre

-¡Carajo!- Exclame creyendo que solo lo había pensado

- ¡Lily!- Dijo muy sorprendida la Señorita Grin

-Lo siento... Pero... ¿Vas en esta clase?... - Observé a Christopher

-Si... Lily,¿Cierto?

-Mjm... Lily Villacorta

-¡Qué suerte!... Estaremos juntos- Dijo mientras se acomodaba en el asiento junto a mi

- Como siempre... Tengo mala suerte

- Bien... Serás un gran trabajo...

-¿Qué cosa?

-Hacer que seas normal

-Todos son vacíos...- Voltee los ojos, es un idiota, solo porque no me quiera enamorar no significa que no soy normal

-Espera a conocerme- Dijo con voz orgullosa

-Pasen todos... Comenzaremos la clase...- Dijo la Señorita Grin mientras veía a mis compañeros

Durante toda la clase él me estuvo mandando papelitos que realmente no abrí.

Al finalizar la clase de la Señorita Grin, él se giró hacia mi.

- Eres tan nerd - Tomo mi libreta y lo reviso

- Eso a ti no te incumbe- Le arrebate mi libreta

- Ahora comprendo más lo de rara - Deslizó sus ojos por mi cuerpo - Y lo sexy

- Idiota - Tome mis cosas y me dispuse a retirarme.

Christopher se levantó seguido de mí, y cuando pase frente a él, tomó mi brazo y me atrajo a su cuerpo

- Algún día vas a caer - Susurró en mi oído

- Déjame estúpido- Me separé de él y salí del salón

Era tan terco que me siguió hasta el comedor, solo había diez minutos para comprar algo y él lo estaba perdiendo en seguirme

-¿Podemos hablar como gente civilizada?- Preguntó mientras caminaba a mis espaldas

-¿Qué quieres de mi?- Gire para verlo

- Tu amistad - Volvió a deslizar su mirada en mi cuerpo - O algo más

- Eres un completo idiota

Entré en el comedor que estaba lleno de alumnos, me acerqué a la ventanilla para pedir algo, y él entonces se recargo en la pared al lado mío

- Tengo por reto propio hacer que seas una chica normal

- Soy normal

- Entonces- Extendió su mano hacia mí -¿Podemos ser amigos?

- ¡No!, Ya déjame sola - Me dí la vuelta y me dirijí a la puerta de salida

-¡Eres hermosa!- Gritó desde el otro lado del comedor

Todos mantuvieron silencio y me observaban, me sonroje tanto que parecía un tomate. Christopher caminó hacia mí.

-¡Estúpido!- Exclamé con algunas lágrimas que luchaban por no salir, corrí hacia el baño de las chicas y me encerré en una cabina para dejar que todas esas lágrimas salieran

•Maldita sea, nadie jamás en mi vida me habia hecho sentir tanta pena, ni tampoco tan extraña, cuando gritó "hermosa", sentí eso que llaman mariposas en el estómago, pero él es realmente odioso, no puede ser, corazón mío, ni si quiera lo pienses, frente a este idiota no me hagas rendirme•

- Perdón bella - Una voz varonil hablo desde la puerta de la cabina

-¿Qué haces aquí?- Grité entre sollozos

- Disculpándome, no lo debí hacer

- Es el baño de las chicas, sal de aquí

- No hasta que me digas que me has perdonado

- Te castigarán

Maldita sea, ¿Por qué te preocupas por él?, Se merece un gran castigo, te hizo pasar la mayor de tus vergüenzas•

- Todo valdrá la pena para que me perdones

-!Lárgate!

- Joven, ¿Qué hace usted aquí?- Esa voz la reconozco, es la señorita Gloria, profesora de matemáticas - Responda joven

- Yo... - Christopher se oía muy asustado

- Acompañeme a mi oficina

Se lo llevó y aunque quise salir corriendo para evitarlo, me logré controlar.

Querido CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora