Durante los primero tres periodos de clase, me senté a llorar en aquel callejón que tenía grabados tanto malditos recuerdos
- Vengo a pedir perdón- Christopher llevaba una rosa en su mano
- Ya te dije que no perdonaré jamás está traición- Lo miré con ira
- Te juro que no sabía Nada- Su voz estaba quebrada
- No te creo... Tú eres exactamente como ellos- Me paré a su lado
-¿Crees que lo haría?... Te amo y no sería capaz- Dejó caer una lágrima de sus bellos ojos marrones
¿Qué?... El chico más insensible que había conocido en mi vida estaba llorando
- Me es imposible creerlo- Tomé la rosa - No creo que me amaras- Comencé a botar los pétalos
- Mírame- Tomó mi brazo con una mano, y con su otra mano volteó mi rostro hacia él -¿Crees que estás lágrimas son de mentira?
Mi corazón latía rápidamente como aquella primera vez que el rozó mi rostro - No puedo confiar en ti
- Está bien- Me soltó - Confieso que aquella noche en el baile, cuando me acerqué a ti- Pausó sin intenciones de proseguir -... Mi razón era tener relaciones contigo mientras alguien nos grababa
-¡Y querías que confiara en ti!- Di media vuelta para irme
- Pero no tuve el valor... Te conocí y me enamoré- Me detuve si voltear -... Me enamoré de tu inocencia y belleza... Me enamoré de todo lo que tú eres...
- Ni siquiera quiera sabes lo que es amor- Dije mientras aún le daba la espalda
- No sabía... - Puso su mano en mi hombro -... Hasta que te conocí
Giré para verlo. Quedamos a escasos centímetros, podía sentir su respiración y también veía como sus pestañas bajaban y subían con su parpadeo
- Qué lastima que esto no funcionó
- Pero lo podemos intentar- Limpió un poco sus lágrimas
- No se puede- Me retiré a paso lento, mientras cargaba con la mayor tristeza y decepción de mi vida
Apenas pasaban los primeros cuatro periodos de clase, y no había razón en mí, para permanecer en el colegio.
Apresuradamente me dirigí a casa.
-¿No deberías estar en el colegio?- Mamá tomaba su desayuno mientras estaba sentada en el sillón que ya estaba empacado para irse a la nueva casa
- No- Mis ojos estaban apunto de soltar algunas lágrimas
-¿Todo bien?- Mamá me conocía lo suficiente para saber que nada estaba bien
-¿Podemos irnos ya?
-¿Tan pronto?... Dijiste que querías quedarte más tiempo
-¡No mamá!... ¡Quiero que sea hoy!
- De acuerdo... Empieza a empacar
- Gracias- Subí el primer escalón hacia mi habitación
- Te lo advertí... ¿Cierto?- Mamá se levantó del sillón y se dirigió a mí
-¿Qué cosa?
- El vídeo... Te lo advertí- Me mostró ese maldito video en su celular
¡Carajo!... ¿Mamá sabía sobre mi vídeo?
-¿De dónde sacaste eso?- Arrebate su celular
- Eso es lo de menos... ¿Es por eso que quieres irte?
- Sí mamá... Odio estar aquí
- Te comprendo Lily- Se acercó y me dio un cálido abrazo - Prepara todo que mañana nos vamos
Subí a mi habitación y comencé a empacar. Solamente faltaba empacar todo lo que había en un pequeño ropero. Lo abrí y lo primero que encontré, fue una caja amarilla, la abrí y encontré las dos carta que Christopher me había escrito
-¡Maldito!- Grité con todas mis fuerzas
Entre lágrimas, releí las cartas, y observé las fotografías. No podía dejar de pensar en todos aquellos momento que creí que había amor.
Continué llorando sin parar mientras acomodaba las cosas en la caja que pronto solamente sería historia.
Salí de de mi habitación, llevaba en mis manos la caja con las cartas y alguna fotografías que nos habíamos tomado él y yo.
Creo que era mejor ser una tonta niña que no deseaba ver a nadie, a ser la estúpida que se dejó engañar por un pendejo. Yo sabía lo que era y cometí el error.
•¿Por qué corazón?... ¿Por qué chingados te dejaste engañar por ese idiota que en todo momento te dio señas de que no debía estar a tu lado?... Fallaste una vez más... Tú solita te lastimaste•
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Querido Corazón
RomanceEstá es la historia de Lily Villacorta... Una joven de 17 años, estatura promedio, delgada, bastante atractiva, pelirroja con pecas, que estudia su último año de Preparatoria Y de Christopher Marroquín... Un chico de 19 años, alto, delgado, bastante...