004 Donde reside la memoria de nuestro señor Shogun

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 Tengo nombres para cada ocasión, ahora pueden llamarme Hitokiri. Soy un gato color cafe con leche con sublimes marcas oscuras y ojos más celestes que el mismísimo cielo. Pero que mi bello porte y majestuosidad no te confundan, porque mi shogunato es dirigido con garra de hierro. Mi objetivo en esta vida es reclamar todo territorio que habito, mantener la armonía de mi conquista es fundamental para dirigirlo a mi antojo, el centro del reinado es mi castillo, ubicada en el corazón de ésta mi manzana, la dirección como la conocen los humanos es: Aristóbulo del valle y paso de los patos, los gatos la llamamos la casita del árbol de paltas que todavía no da paltas.

 Mi objetivo en esta vida es reclamar todo territorio que habito, mantener la armonía de mi conquista es fundamental para dirigirlo a mi antojo, el centro del reinado es mi castillo, ubicada en el corazón de ésta mi manzana, la dirección como la c...

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 El celular de mi esclavo tiene varias de mis memorias. La galería de fotos tiene las fechas de mis aventuras, por desgracia también están sus porquerías. Suelo revisarlo cuando se me place recordar algo importante y, en esta ocasión, quiero recordar la conquista de la casita del árbol de paltas. Sin nombrar nuestro anterior hogar, esa historia la contara la desertora algún día porque no me apetece hablar de mis otros reinados en este momento.

 Sin nombrar nuestro anterior hogar, esa historia la contara la desertora algún día porque no me apetece hablar de mis otros reinados en este momento

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Día del desembarco en la casita del árbol de paltas que todavía no da paltas.

Mañana del sábado 20 de febrero del 2016 casita del árbol de nueces

Los Humanos Esclavos deben cambiar de hogar. Quiero otro reinado, este me aburrió, así que en pos de mi deseo solo tengo que tomar la nueva zona con los recursos que tengo. Llega el camión de la mudanza, los esclavos deben cargarlo con todo lo que vamos a necesitar, lo que no quepa en él quedará atrás. Cuando está casi colmado, el esclavo debe transportar cuidadosamente a los hijos de la cobarde y los de la desertora, todos dentro de una misma caja, yo también iré a la caja pero no permito que nadie me toque sin consentimiento, simplemente salto sobre él esclavo para que agache su postura y así pueda subir al transporte e ingresar furioso a la caja.

Estamos en el pequeño espacio que quedaba debajo de una mesa, es poco adecuado para mi grandeza pero es tolerable; soy un excelente rey pero entiendo cuando hay que ir a la guerra. Se cierran las puertas, quedamos a oscuras, traban las cerraduras y partimos.

El esclavo está agazapado con nosotros en la penumbra abajo de la mesa porque su deber, ante todo y por sobre todo, es mi confort pero sentimos el vaivén de los muebles, las vibraciones y el ruido del motor, Anka y Olivia inquietas arriba de la mesa ladrando por todo. los niños están muy ansiosos. y mi furia destruye la caja que nos contenía, mi desembarco será glorioso no dentro de una caja. Pienso que comando una tropa de gatos inexpertos, recién destetados. Algunos están enfermos porque la zona que habitábamos estaba muy contaminada. Por suerte están bajo mi mando, si algún otro intentara conquistar estas nuevas tierras en estas condiciones los pequeños estarían perdidos.

La inverosimil aventura de las mascotas del hogarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora