One Shot - [Peter Parker/Tom Holland]

2° [Tom Holland] 📒

Título: Sexy y perfecto trasero.
Personaje: Tom Holland.
Duración: Corto. [517 P]
Advertencia/Aclaración: Nel.

Lunes por la mañana, una buena taza de café es lo único que lo mejora.

—Buenos días —me saludó Tom entrando a la cocina.

Corrijo, una buena taza de café y ver a este bello hombre vistiendo una simple bermuda.

—Buenos días —tomé un sorbo de mi café—. ¿Cómo dormiste? —pregunté echándole un vistazo a ese lindo trasero.

—Bien —contestó con simpleza—. ¿Nena? —escuché como me llamó y rápidamente dirigí mi mirada a sus ojos—. ¿Estabas viéndome el trasero... De nuevo? —preguntó frunciendo el ceño.

—¿Yo?. ¿Mirando tu sexy y perfecto trasero?. ¡No me hagas reír! —traté de restarle importancia a su acusación.

Caminé hacia la mesa con un ligero calor en mi mejillas, tomé asiento y me dispuse a tomar mi café y agarrar otra galletita.

Vi como Tom se sentaba enfrente de mí, levanté un poco la vista encontrándome con una sonrisa ladeada en su rostro.

—¿Qué? —sonreí.

—Si admites que estabas mirando mi sexy y perfecto trasero, hare todo lo que tu quieras por una semana.

¡Aghh!. Justo en el orgullo.

—Ay, Toom —me quejé creando un pequeño puchero con mis labios.

—Piénsalo bien, primor —se levantó de su asiento y camino hasta quedar a mi lado con unos cuatro pasos de distancia—. Es toda una semana en la que seré tu servidor personal —sus ojos estaban clavados en los míos—. Hay que aprovechar que estoy libre estos días.

—¿Todo lo que yo quiera? —pregunté mirándolo de arriba a bajo mientras mordía mi labio—. ¿Estas consiente de lo que estas diciendo?.

Asintió decidido—. Lo que quieras —musitó con una sonrisa.

—Si, estaba mirando su sexy y perfecto trasero —reí. Su cara fue lo mejor.

—Mierda. Enserio lo admitiste.

No era la primera vez que él jugaba conmigo de esa manera, más de una vez me ficho viendo su trasero o su sensual torso bien trabajado, o... sus otros dotes. La diferencia que hay entre esas veces y hoy, es que yo siempre terminaba negándolo, mi orgullo es más fuerte que yo en ocasiones.

—Ya tengo tu primera tarea, Thomas —sonreí al ver su cara malhumorada—. Quiero que vayas a comprar más galletitas Oreo justo así —reí.

—¿Estas bromeando? —preguntó.

—Te pasó por jugar conmigo de esa manera —sonreí victoriosa mientras me levantaba para dejar la taza en el lava vajillas.

—¿Segura que no quieres algo más? —preguntó abrazándome por la cintura desde atrás.

—Segura —respondí sin moverme de mi lugar.

—¿Muy segura? —musito en mi oído para luego dejar besos en mi cuello.

—Segura —contesté nuevamente dándome la vuelta y empujándolo con mi mano apoyada en su cara—. ¡Ahora ve por mis Oreos leal servidor! —apunté a la puerta principal de nuestro cuarto de hotel—. Y tal vez luego de tener mi estomago lleno acepté tu linda propuesta —sonreí de lado.

—¡Hecho! —corrió hacia la puerta, la abrió pero se detuvo—. Las que son rellenas con chocolate, ¿verdad? —asentí entre risas—. ¡Perfecto!. Ahora vuelvo.

Y sin más salió del cuarto.

Si empieza así la semana, imagino que el resto será maravillosa.