One Shot - [Peter Parker/Tom Holland]

3° [Peter Parker] 📒

Título: Conociendo a May
Personaje: Peter Parker.
Duración: Cortó. [832 P]
Advertencia/Aclaración: nEL

Las manos me sudaban, mis rodillas temblaban y ni siquiera había entrado a la casa.

Si, ya conocía a May, pero nunca me había presentado como la novia de Peter. Hay veces en las que tengo el ligero presentimiento de que no le agrado mucho a May.
Lo admito, suelo ser arrogante, mal hablada y hago el ridículo de vez en cuando, sin contar mi notoria rebeldía.

¡Soy una pendeja antisistema!.

Toque la puerta unas dos veces rezando para que me abriera Peter, y gracias a dios mis plegarias fueron escuchadas.

No habíamos planeado nada, Peter le aviso a May de que vendría a cenar, pero la arañita quiere que sea sorpresa, así que May no sabe porque chingado vengo a comer a su casa.

—Pasa —se hizo a un lado dejándome entrar al departamento—. May salió de urgencia, dijo que no se tardaría.

—¡Ay dios mío! —solté, él me miro sorprendido—. Peter no creo que pueda hacer esto. ¡Es demasiada presión! —lo sacudí frenéticamente.

—¿Por qué? —preguntó entre risas—. Tu y May ya se conocen —comentó sin entender la causa de mi ansiedad.

—Si, pero no como tu novia —solté con lo poco que me quedaba de voz gracias a los nervios.

—Te traeré un vaso de agua —sonrió.

Quería aparentar una actitud relajada y respetuosa ante May esta noche, pero no vale de nada si ya me conoce tal y como soy. Mi vestimenta no era nada importante, una sudadera y un jean negro.

—Toma —habló Peter entregándome un vaso con agua.

Justo cuando estaba por tomar un sorbo, la puerta sonó. May entro al departamento y juro que pude sentir como el aire se me iba.

—Volviste —rio Peter al ver a su tía—. ______ ya esta aquí —pasó un brazo por encima de mis hombros.

Me limité a saludarla moviendo mi mano de un lado para el otro junto con una sonrisa "relajada".

—Un placer volver a verte —me sonrió.

—Igualmente, May —sonreí

[...]

Estábamos cenando las deliciosas pasta que solo May Parker sabe hacer, trataba luchar contra mis impulsos de tomar un gran montón de espaguetis y llevármelos a la boca.

—¿Cómo estuvo su día hoy? —preguntó la mujer con una sonrisa mientras se sentaba en su asiento.

—Emm... —miré nerviosa a Peter, este tomó mi mano por debajo de la mesa—. Bien, fue un gran día.

Ella me sonrió.

—¿Qué hay de ti, Peter? —preguntó alegre.

—Bien, tuvimos el examen de Biología —soltó llevándose el tenedor con espagueti a la boca—. Seguro saque diez —sonrió.

—No hablas con la boca llena —rio May tratando de sonar firme—. Te notó más cayada de lo normal, _______ —me miró sonriente.

—No sé que decir —reí nerviosa.

—Siempre eres la que saca conversación.

—Pues... Hoy nos toco entrenar juntos —sonreí.

—¡Oh!, ¿Qué hicieron? —llevó su tenedor a la boca probando la pasta que ella había hecho.

¿Ahora que digo?. ¡No puedo decirle que le pateé el trasero a su sobrino!.

—Nada interesante, solo entrenamiento con Steve.

—¿Qué?. Combatimos cuerpo a cuerpo —rio Peter. Voy a matarlo—. Me pateaste el trasero doce veces —rio.

—No exageres.

¡Por favor!. ¿Dónde están las misiones cuando las necesitas?.

—¿Se golpearon? —preguntó May frunciendo el ceño.

—No.

—Si.

¡¿Enserio Peter?!.

—¡Oh!. ¿Stark los hace pelear? —preguntó.

—Muy pocas veces, de vez en cuando es trabajo en equipo —sonreí.

—No me parece correcto.

—No empieces May.

Luego de una pequeña discusión entre Peter y su tía, cenamos en silencio.

[...]

Estaba ayudando a May a levantar la mesa.

—¿Segura te sientes bien? —preguntó viéndome preocupada.

—Si, ¿por? —reí.

—Estas ayudándome —rio—. Estuviste cayada toda la cena, no masticaste con la boca abierta y sorprendentemente no dijiste ninguna palabrota en toda la noche —apoyó una mano en mi frente—. ¿No tendrás fiebre?.

—No, estoy bien —reí.

—¿Qué hacen? —preguntó Peter entrando a la cocina.

—Ven Peter —él se paró al lado de su tía—. ¿No la notas rara? —él soltó una risita llamando la atención de tu tía.

Me miró sonriente y sabia que iba a hacer.

—Creo que tendríamos que esperar —murmuré apretando la mandíbula nerviosa.

—¡No es cierto! —exclamó la mujer poniéndonos alerta—. ¡Están saliendo! —chilló—. ¿Ya son novios? —preguntó con una amplia sonrisa, él asintió alegre y ella lo abrazó, suspiré aliviada al saber que lo había tomado bien—. ¡No tienes que cambiar, mi niña! —me abrazó fuertemente al punto de dejarme sin aliento—. Eres perfecta para Peter, tal y como eres —se separó y le sonreí—. ¡Iré por la cámara! —exclamó corriendo hacia su cuarto.

—Te dije que no pasaría nada —dejo un beso en mi mejilla.

—Dios, creí que me odiaría —reí apoyando mi frente en su pecho, él me rodeo con sus brazos y dejo un beso en mi coronilla.

Una luz blanca nos interrumpió haciendo que nos separemos.

—¡Foto! —rio May sacudiendo la cámara con alegría—. Vengan a la sala, les sacaré algunas más —corrió hacia el lugar mencionado.

—No te asustes si luego vienes y encuentras una de esas fotos colgadas en la pared —me advirtió Peter.

Solté una carcajada seguida de él.

—¡Vengan aquí!. ¡Ahora!.

—¡Ya vamos May!.