Mientras la empresaria la desnudaba con la mirada, la teniente rogaba por tenerla en la cama y poder admirar la belleza de su cuerpo en su total desnudo. Daniela se acerco lentamente a ella, tomo el rostro de María José con ambas manos y la beso muy apasionadamente. Sabían a la perfección que todo saldría mal, pero nada las haría detenerse.
—Daniela. -Susurro la ojiverde en el oído de la teniente.- Daniela. -Dijo una vez más.-
—¿Poché? Poché despierta... ¡María José Garzón!
—¡Santa mierda!
Mica soltó una carcajada mientras miraba el rostro de su amiga, se acerco al mini bar de la oficina y se sirvió en una copa un poco de licor.
—¿Quién es Daniela? -Pregunto Mica después de darle un sorbo a su bebida.- Decías su nombre muy desesperadamente.
—Estás loca, ¿Qué haces aquí tan temprano? Se supone que nos veríamos hasta el almuerzo.
—Pues no tenía nada que hacer y no había nadie en tu casa. Supuse que estarías aquí con tu hermana.
—Valentina está en su clase de dibujo. -Dijó la empresaria mientras se arreglaba un poco la ropa y acomodaba todo el papeleo de su escritorio.- Pensé que le vendría bien hacer algo que le gusta.
—¿Tienes alguna idea de cómo corregir la actitud de tu hermana?
—¡Basta con esto Mica! -María José azotó los papeles contra el escritorio. No le gustaba que hablarán sobre su hermana.- Y es mejor te vayas de aquí, tengo muchas cosas que hacer.
La empresaria corrió de la peor manera a su mejor amiga de la oficina. A veces realmente no la soportaba.
—Señorita Garzón.
—¿¡Qué!?
—Uh... Disculpe que la moleste, pero hay alguien que está afuera pidiendo verla.
—No estoy de humor para ver a nadie. Quién quiera que sea que se vaya.
—Pero es que...
—¿En serio no tienes ganas de ver a nadie?
Maria José se dio la vuelta y la vio a ella ahí parada. Traía puesto su vestimenta de militar con su cabello amarrado a una coleta de caballo. Su maquillaje estaba detallado a la perfección y sus ojos resaltaban cuál hermoso color marrón, con un tono demasiado claro.
—Puedes retirarte Lucia. -Ordenó la mujer a su secretaria y ella solo asintió saliendo de la oficina.- Es un honor tenerla por aquí, teniente.
—Ya te dije que puedes llamarme Daniela. -Sonrió la mayor.- Supuse que tenía que venir a verte ya que no llamaste.
—Oh... Yo he tenido demasiadas cosas encima. Lo lamento, en serio.
A decir verdad María José no hizo aquella llamada debido a sus consecutivos sueños con Daniela. Realmente no tenía idea alguna de por que le estaba sucediendo aquello.
Sus fantasías eran demasiado extrañas.
—Necesito hablar contigo.
La empresaria simplemente asintió, se dirigió a su escritorio y tras de ella camino la teniente para sentarse frente a ella.
—Me gustaría hablar de negocios.
María José sonrió en el instante que escucho la palabra negocios y miró a Daniela muy atentamente.
—Tengo entendiendo que tu compañía es una de las más reconocidas y premiadas. Mi academía es una de las más demandadas por la cantidad de jóvenes que desean ingresar por día.
—¿Y eso nos lleva ah...?
—La academía podría dar una cierta promoción a tus vehículos a cambio de que tu otorgues una cierta cantidad de becas al año.
María José no estaba segura de aquella propuesta. No se le hacía algo interesante, pero sabía que tener una reputación con el ejército le vendría a la perfección para su imágen y la de la compañía.
—Mira, no te quiero presionar con esto. Solo piénsalo y después me das tu respuesta definitiva. -Daniela se levantó del asiento y la empresaria solo podía admirar lo bien que le sentaba aquel uniforme.- tienes mi número. Espero tener noticias de ti pronto.
—Créeme que voy a pensarlo y realmente suena demasiado tentadora tu propuesta.
Ambas mujeres se estrecharon la mano y la teniente finalmente salió de aquella oficina.
La tarde pasó cómo cualquier otro día. Papeleo tras papeleo.
Cuentas, documentos, pagos y demás.
María José finalmente volvió a su casa sin dejar de pensar en aquella propuesta y por supuesto eso implicaba pensar en Daniela también.3:15 de la madrugada y la empresaria no lograba dormir debido a sus constantes pesadillas sobre la muerte de sus padres. Se levantó de la cama y bajo las escaleras con sus pies descalzos directo a la cocina para preparar un poco de té.
Dieron las 4:30 de la madrugada y ella aún se hacía en la sala mirando la televisión; era obvio que no iría a la oficina así que decidió enviar un mensaje a su secretaria y pidió que cancelera todas sus reuniones del día.6:25 de la mañana. Era hora de ir a correr.
Subió a su habitación, se cambió de ropa, dejo todo el desayuno preparado para su hermana y finalmente salió de la casa.
¿Qué se supone que tenía qué hacer? Sus padres solían decirle constantemente que tenía que ser la mejor en todo y debido a eso la mandaron a un internado. Tanta era la ambición de María José que haría lo que fuese necesario para mantenerse siempre en el éxito.
Serás la mejor empresaria después de mi legado.
Siempre tienes que ser la mejor imágen de tu padre.
Tienes que ser un ejemplo a seguir para tu hermana.
Nada de derrotas María José.
—¡Cállense!
La empresaria dejo de correr y se percató de que la gente la miraba sin entender el motivo de su grito. Intento calmar su ansiedad y se sentó bajo las ramas de un árbol, el cuál se mantenía a una distancia de toda la gente.
Se limpio las lágrimas, no entendía por que lloraba, simplemente lo dejo salir. Se abrazo a sus pies y con la cabeza escondida entre sus rodillas se dejó ir.—¿Tienes idea alguna de lo qué nos va a acostar esto María José?
—Yo... Yo... Lo siento padre, no era mi intención hacer esto.
—¡Ya fue suficiente! Me harté de tus contaste problemas jovencita. Tuviste tu última oportunidad y la arruinaste. -El padre de María José tomó el teléfono de su despacho y marco el número del internado fuera del país.-
—Mamá... -La ojiverde miro a su madre con los ojos cristalizados y esta simplemente bajo la mirada negando con la cabeza.-
—Mañana mismo te vas a un colegio para señoritas en Estados Unidos. Ve y empaca tus cosas.
Si tan sólo le hubiesen prestado más atención a su hija.
Si tan sólo la hubiesen escuchado.
Si tan sólo se hubiesen preocupado más por su salud y menos por el dinero.
Si tan sólo hubiesen visto las señales.
Si tan sólo...
María José levantó la mirada y de inmediato volvió a la realidad. Solo había sido un mal recuerdo, uno de tantos que la perseguirán por el resto de su vida.
Se limpio las lágrimas, se levantó del pasto húmedo, limpió sus manos y sacó su celular.[María José. 8:35 a.m] Aceptó, es un placer hacer negocios contigo. Nos esperan demasiadas juntas por hacer.
Escribió a Daniela y envío.
Cómo ya se había dicho anteriormente, María José siempre hará lo que se necesite para obtener el éxito.
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Impossible Is Nothing. © »Caché.«
Fanfiction-Y usted, Teniente Coronel, ¿Dejaría a su esposa por mí? -Ella dejo de ser mi esposa en el momento que mis ojos se cruzaron con los tuyos. María José, la millonaria, dueña de una gran empresa de autos, llena de lujos, mansiones, con una gran reput...