Impossible Is Nothing. © »Caché.«

Cap 7. Altas espectativas.

Mientras el sol cruzaba la ventana de mi habitación los pájaros hacían ese ruido tran relajante. La mañana estaba fresca, la tierra húmeda dejaba notar un aroma totalmente perfecto y así realmente no debía preocuparme por nada, ¿Algún día podré dejar de sentirme tan rota? ¿Dejaré de sentir el alma demasiado vacía? El colegio es el último lugar en el que quiero estar; mis compañeros son un asco y las amigas falsas están por todas partes, ¿Por qué no desaparecí junto con mis padres? ¿María José realmente se preocupa por mí o sólo soy una carga para ella? Nunca supe cómo certeza el motivo del porqué mis padres la enviaron lejos, ellos solían decirle que estaba fuera de control. Ojalá volviese va ser la chica de antes, a la que no le importaba nada más que bailar. Ahora sólo es una mujer arrogante que se preocupa por el dinero y su gran reputación, ¿Por qué no podemos ser cómo la gente normal?

—¡Finalmente te encuentro!

—¿De nuevo tú? -Valentina miro a David con repugnancia. Él siempre solía seguirla y le rogaba porqué le diese una oportunidad, pero ella simplemente no podía terminar de confiar en él.- ¿No te cansas de ser rechazado?

—¿Y tú no te cansas de ser tan bonita?

La hermana de María José se levantó de la banca mientras guardaba con gran desesperación sus cosas en la mochila. El clima realmente era un asco. Las nubes comenzaban a tomar su color gris, el viento no había dejado de soplar desde que Valentina abrió los ojos esta mañana. Ilógico, ¿No lo creen? En su cuaderno de notas ella describió la mañana cómo la mejor vista que pudiese tener. A veces nos gusta vivir un poco de la fantasía. Valentina odiaba Washington, no sabía porque, pero simplemente no era su cuidad favorita.

—¿Puedes sólo escucharme? -David tomó del brazo a la menor. Sus intentos siempre solían tener cómo resultado un total fracaso.- Por favor acepta salir conmigo.

—¿Hasta cuándo vas a entender qué no quiero nada contigo? ¡Déjame en paz!

—¡Maldita sea Valentina!

David apretó el brazo de Valentina y cuándo esta se quejo el reaccionó al instante pretendiendo sentir algo de culpa. La hermana de María José se safo de él un tanto asustada, jamás había tenido que presenciar algo cómo eso hasta ahora. En el instante que comenzó a correr lejos de él supo que había sido mala idea; pues debido al suelo mojado su cara fue a dar directo al pavimento.

Unas horas después María José llegó al colegio demasiado preocupada. Durante su junta de las 12 le había llegado una llamada diciendo que su hermana había tenido un accidente y que era necesario llevarla a casa. Cuándo Valentina la vio se sintió demasiado aliviada y rogaba porque en esta ocasión María José no hiciera drama alguno y simplemente se la llevará con ella.

Por primera vez en años se volvió a sentir protegida en el momento que los brazos de María José la rodearon. Sentía la necesidad de llorar, sentía la necesidad de gritar que quería una vida normal, que no quería seguir más ahí, pero simplemente guardaría silencio cómo siempre.

—¿Qué te parece si ambas nos tomamos el día libre y nos vemos un maratón de Friends?

Valentina sonrió brevemente y asintió.

La tarde transcurrió tranquilamente para las hermanas Garzón. María José había cancelado todas citas y juntas de ese día. Ese día sólo serían ellas dos.

La noche llegó y ese lindo momento terminó.

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—¿Entonces te veo en la noche para cenar?