Impossible Is Nothing. © »Caché.«

Cap 5. La chica de la mascara.

—¿Vieron lo buena qué estaba? ¡Fue el mejor sexo que haya tenido!

—Seguramente estaba ciega, ¿Quién querría meterse con alguien cómo tú?

—Eso lo dices por que no has probado de este magnífico hombre. -Dijó Mario tomando de la cintura a Bárbara.- admítelo, yo te gustó.

—Lo único que me das es asco. -La mujer lo empujó provocando que este cayera y el resto simplemente río.-

Mario se levantó con enojo y antes de que pudiese acercarse a Bárbara una mano lo detuvo.

—Seguramente sus problemas de ego podrá llorarlos después, señor Ruíz. ¡Una fila frente a mí, ahora! -Daniela miró a cada uno de los candidatos que había elegido para reclutar a los nuevos. Jamás serían de su agrado, pero eran los mejores que tenía.- El día de hoy se llevará a cabo el nuevo proyecto, el cuál consiste en becar a aquéllas personas que no puedan pagar el instituto.

—Puros perdedores. -Dijó Mario. No fue lo suficientemente sútil ya que Daniela lo escucho.-

—¿Cómo dices? -La teniente se colocó frente a él.- ¿A caso no recuerdas lo inútil qué eras cuándo llegaste aquí? ¿Es necesario qué le recuerde a todos cómo es qué le rogabas a tu padre para qué no te dejará aquí?

Mario trago saliva sin romper la formación. Cuándo Daniela estaba en aquél lugar nadie podía evitar que se convirtiera en una perra infeliz.

—Hoy en la noche ustedes portarán el uniforme de gala y después del evento limpiarán el lugar. Pueden agradecerle al señor Ruíz. Eso es todo, vuelvan a sus actividades.

—Eres un grandísimo idiota. -Habló Sebastián después de que Daniela se alejará.-

Mario simplemente era un chico disfrazado de bravucón. Cuándo cumplió los 7 años de edad sus padres se divorciaron y dos años después de eso su madre murió. A sus 10 años obtuvo su primera medalla por obtener el mejor poema del año escolar. Cuándo volvió a casa y le contó a su padre el simplemente lo ignoro y le dijo que esas cosas eran para "maricones" ¿Se imaginan lo mucho que tuvo que ocultar Mario? Tener un padre estricto, machista, homofóbico y golpeador, bueno no es necesario que cuente todo lo que el ha tenido que pasar.

Simplemente era un chico incomprendido.

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El colegio para Valentina era lo que menos le importaba. A pesar de tener poco tiempo en aquél lugar había conseguido amigos demasiado rápido, ¿Pero por qué no lo sentía real? Posiblemente se debía a que la miraban cómo la chica multimillonaria del lugar. Nada le faltaba, no carecía de cosas, tenía la herencia que le habían dejado sus padres.

Ella tenía la vida resuelta.

—¡Hey, Garzón!

—No, no tengo un carro lleno de diamantes. -Rodó los ojos y continúo caminando.-

—Espera. -Él chico río leve y la detuvo del brazo.- ¿Cuándo entenderás qué realmente quiero conocerte? ¿Jamás me darás una oportunidad?

—No estoy interesada en nadie, ¿Por qué no puedes entender eso?

—Mira sólo ve a la fiesta que haré hoy en la noche, prometo que la pasaremos bien.

—Odio las fiestas.

—No te pido que...

—¡Déjame tranquila!

Valentina lo empujó y finalmente salió del colegio en dirección al auto que siempre la recogía.

David ya estaba harto de tener que estar rogando y simplemente acudiría a su segundo plan.

Valentina sería suya a como de lugar.

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Globos dorados, luces espectaculares, escenario preparado, botellas de licor y demás. El salón estaba lleno de cosas lujosas para la gran cantidad de personas que harían presencia esa noche.
Todo estaba listo, Daniela obtendría más popularidad con su academia y María José obtendría más propuestas, reputación y dinero.

¿Qué podría salir mal?

[María José. 10:15 p.m] Lamento tener que hacer esto, pero no llegaré al evento. Mi junta se alargó y apenas voy en camino, ¿Podrías hacer esto sin mí?

[Daniela Calle. 10:17 p.m] De acuerdo.

La noche avanzo. Los invitados llegaban, la prensa ya estaba presente y lo único que hacía falta en aquél lugar era la presencia de la empresaria.

—Teniente ya está todo listo para empezar.

Daniela simplemente asintió a Bárbara. Tomó lo último que quedaba en su copa y se dirigió al escenario.

—Es un honor tenerlos aquí esta noche. Desafortunadamente la señorita María José no podrá acompañarnos ya que tuvo un inconveniente. -Daniela estaba enojada con la mujer. No sabía por que, pero ese sentimiento estaba presente.- De igual manera haré esto yo. Es un placer darles a conocer este gran proyecto. GarzónCars otorgará becas para aquellos que no puedan pagar el colegio militar. -Todos los presentes se hacían maravillados hipócritamente con la noticia. Daniela suspiro hondo y dio señal para que se levantará la manta que cubría la cantidad de dinero.-

Más de 15 millones se harían entrega por año. 15 millones que daría María José sólo para obtener más propaganda y empresarios, 15 millones que incluían demasiadas juntas con Daniela Calle, 15 millones que le darían más placer en la vida... 15 millones que le darían problemas en el futuro.

Daniela se sentía la estrella de ese lugar con todos los aplausos recibidos. Pidió a los 5 soldados que se posaran a su lado y poder tomar la foto para la prensa.

Esto apenas estaba comenzando.

Después de un par de horas el ambiente del lugar estaba comenzando a subir de temperatura. Daniela no pudo soportarlo más y se quitó la corbata de su uniforme para después desabrochar algunos botones de su camisa.

—Esto es un asco.

—Para ser tu evento no la estás pasando bien.

Una chica apareció a su lado. Traía puesto un vestido color dorado con un gran escote y apenas cubría una parte de sus piernas. Su cabello estaba amarrado a una coleta de caballo, uñas pintadas color negro, labial rojo intenso y traía puesto una máscara que solo dejaba al descubierto su boca.

—¿A caso te has equivocado de lugar? Esto no es una fiesta de disfraces.

La mujer río y con una copa en su mano se acercó a Daniela.

—Estoy de incógnita. -Susurro en su oído y se comenzó a alejarse de ella.-

La ojimarron sentía demasiada curiosidad por la mujer. Su voz se le hacía demasiado familiar, pero no pudo reconocerla debido al ruido que había.
Corrió tras de ella, la tomó del brazo y la metió al baño.

A este punto de la noche el alcohol era quién actuaba. Juraba que tenía demasiado parecido a María José.

Quizás ya estaba alucinado.

—¿Nos conocemos?

—No lo sé, ¿Eso importa?

—Juro que te he visto en algún otro lugar. La pregunta es, ¿Dónde?

Daniela acercó sus manos al rostro de la mujer, intentó quitarle la máscara, pero esta las quitó mientras negaba con la cabeza y hacia ruidos con la lengua.

—¿Quién eres?

—Tu peor pesadilla.

La ojimarron no lo pudo soportar más y la beso, beso que la mujer claramente respondió.

Pero su cuerpo al de ella. Sujeto su cintura con ambas manos y la sentó en el lavabo. Los vidrios del baño comenzaban a empeñarse debido a el calor que estaba haciendo presencia.

Una explosion fuerte se escuchó y al instante los grito de la gente hicieron presencia.