Parte 4

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– Su alteza, usted no debería estar aquí, si los villanos realmente escaparon sería peligroso para usted. –Dijo el capitán de la guardia de Arendelle.

– Sería peligroso para todos, soy la reina, no puedo esconderme, les demostraré que no les tengo miedo. –Dijo Elsa, cabalgando a lado del capitán, los acompañaban 100 soldados aproximadamente. Elsa parecía muy segura hasta que se topó con los villanos.

– Pues deberías. –Dijo Maléfica, quien la había escuchado, al verla, todos los soldados le apuntaron con sus armas.

– Entonces era verdad, escaparon, pero no puedo entender cómo. –Dijo el capitán.

– Elsa, si sabes lo que te conviene les dirás a tus hombres que bajen sus armas ahora mismo. –Dijo Maléfica.

– No, si tú sabes lo que te conviene, te rendirás ahora mismo. –Dijo Elsa.

– ¿Eso crees? ¡Tráiganla! -en ese momento Gastón y Clayton aparecieron con Clarice atada, Clayton le apuntaba al cuello con su cuchillo-, tengo entendido que ella es una amiga tuya. –Dijo Maléfica sonriendo, al ver a Clarice en manos de los villanos, Elsa se puso pálida.

– Clarice ¡Clarice! –Dijo Elsa tratando de avanzar con su caballo.

– ¡Quieta! –Dijo Maléfica, le quitó a Clayton su cuquillo, tomó a Clarice y así amenazó a Elsa, ella no tuvo más opción que detenerse.

– ¡Déjala ir! –Dijo Elsa.

– ¡Dile a tus hombres que suelten sus armas! ¡Ahora! –Dijo Maléfica acercando más el cuchillo a Clarice.

– ¡Suelten sus armas! –Dijo Elsa sin pensar, sus soldados obedecieron.

– Muy bien. –Dijo Maléfica.

– Suéltala. –Dijo Elsa.

– No estás en posición de dar órdenes y nosotros no hemos terminado. –Dijo Maléfica, en ese momento salieron todos los villanos.

– ¡Vete! ¡Vete Elsa! –Dijo Clarice y Maléfica la golpeó (era parte del plan).

– ¡No vuelvas a tocarla! –Dijo Elsa enfurecida, pero Maléfica volvió a golpearla.

– Y tú no vuelvas a gritarme. –Dijo Maléfica.

– Vete... Elsa. –Dijo Clarice, no podía hablar bien porque la habían golpeado en el estómago.

– ¿Qué es lo que quieren? –Preguntó Elsa.

– Creo que ya lo sabes. –Dijo la Reina Malvada.

– Queremos el mundo, pero tú y tu magia se interponen y eso es algo que no estamos dispuestos a tolerar. –Dijo Maléfica.

– ¿Qué quieren que haga? –Preguntó Elsa.

– No preguntes. –Dijo Clarice y Maléfica restregó más el cuchillo en su cuello.

– Debes renunciar a tu magia. –Dijo Maléfica y Úrsula sacó la esfera de cristal que Clarice le había dado.

– ¿Qué es eso? –Preguntó Elsa.

– Digamos que es un contenedor, uno que contendrá tu magia. –Dijo Maléfica.

– Sólo tienes que tocarla y toda tu magia se quedará atrapada ahí en tan solo un instante. –Dijo la reina.

– ¡¡NO LO HAGAS!! –Dijo Clarice.

– Si hago esto... ¿No lastimarán a Clarice? –Preguntó Elsa.

– No, no lo haremos. –Dijo Maléfica.

La Mujer Inter-dimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora