Parte 32

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El resto del día fue tranquilo, Mérida y Alison se mantuvieron entretenidas con su entrenamiento, Maléfica y Elsa sólo pensaban en Clarice y en cómo podrían ayudarla, todo continuó así hasta que cayó la noche; Alison tomó un vaso de agua, puso ahí la roca morada y esperó pacientemente a que Clarice llegara para que la bebiera y en caso de que se negara, ya estaba pensando cómo la convencería, no se iba a rendir hasta que su madre recuperara la memoria, además contaba con el apoyo de todas; un rato después de que anocheció, Clarice llegó.

– Chicas, logré convencer otra vez a la reina para que dejara su ventana abierta, no podemos desperdiciar esta segunda oportunidad, pero tenemos que darnos prisa. –Dijo Clarice.

– Espera un momento Clarice, Alison tiene algo que pedirte. –Dijo Elsa.

– ¿Qué ocurre? –Preguntó Clarice.

– Mamá, recuperé la otra noche recuperé la roca morada, está en éste vaso de agua, bébela y recuperaras tu memoria. –Dijo Alison ofreciéndole a Clarice el vaso de agua.

– La beberé después de que consigamos ese collar verde. –Dijo Clarice.

– ¿Por qué no quieres beberla ahora? –Preguntó Maléfica.

– Tendremos más oportunidades si recuperas tus habilidades. –Dijo Mérida.

– Seguramente, pero... prefiero beberla después. –Dijo Clarice.

– ¿Por qué? –Preguntó Maléfica.

– ¿Hay algo que te preocupe? –Preguntó Elsa.

– Es sólo que... no lo sé, siento que no debo hacerlo, al menos no aún, tengo que conseguir ese collar ¿Vienen conmigo o no? –Preguntó Clarice.

– Clarice.... –Dijo Mérida.

– Está bien, vamos. –Dijo Elsa.

– ¿Sólo irás tú? –Preguntó Clarice.

– Yo también iré. –Dijo Alison.

– Y yo. –Dijo Mérida.

– Y yo. –Dijo Maléfica.

– Excelente, haremos lo mismo que ayer, Alison, trata de usar tu magia para quitarle el collar del cuello sin despertarla. –Dijo Clarice.

– Sí mamá. –Dijo Alison, después de eso todas salieron del castillo y se dirigieron a la ventana de la reina de corazones.

– Bien, entonces, Mérida tú vigila, Maléfica sube a Alison y Alison no lo olvides, a la primera piedra bajas, a la primera ¿Entendido? –Dijo Clarice.

– Sí, mamá. –Dijo Alison.

– Súbela. –Dijo Clarice y Maléfica llevó hasta la ventana de la reina.

– Sabes Clarice, nunca entenderé por qué pones tanta dedicación y pasión cuando te propones a hacer una cosa, te aferras a eso de una manera que no puedes razonar para nada más. –Dijo Elsa.

– ¿Eso es malo? –Preguntó Clarice.

– Hasta cierto punto sí. –Dijo Elsa y Clarice sonrió.

– Lamento que te sea tan difícil estar casada conmigo. –Dijo Clarice.

– Te amo Clarice y siempre estaré a tu lado sin importar qué. –Dijo Elsa.

– ¿Por qué te enamoraste de mí? –Preguntó Clarice.

– Fue amor a primera vista, desde el primer momento en que te vi sentí algo por ti y mientras más te conocía... más deseaba estar por siempre a tu lado, tu personalidad, tu fuerza, tu forma de ver el mundo, lo diferente que eres a todos los demás, eso y más hizo que me enamorara de ti. –Dijo Elsa.

La Mujer Inter-dimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora