Parte 10

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A la mañana siguiente Clarice había recuperado sus fuerzas (al menos la mayoría), cuando despertó vio que Elsa seguía dormida y notó que tenía unas tenues ojeras, entonces entendió que estuvo despierta casi toda la noche atendiendo a Johanna, lo único que hizo fue sonreír, cubrirla bien con la cobija, besarla en la mejilla e ir con Johanna, pues escuchó que comenzaba a llorar de nuevo, claro que no se fue sin decirle a Elsa que la amaba, no importaba que estuviera dormida.

– Hola bebé, veo que mantuviste a tu madre despierta toda la noche, sé que acabas de llegar a este mundo y estás asustada, pero debes saber nosotras siempre estaremos aquí para ti, ahora ¿Tienes hambre? –Dijo Clarice cargando a su bebé, después se acomodó y le dio leche.

– Mami ¿Yo también bebí de tu leche? –Preguntó Alison, ella había despertado al escuchar los pasos de Clarice.

– No, yo no tenía leche cuando naciste tú. –Dijo Clarice.

– ¿Podría probarla? –Preguntó Alison.

– Tu hermana necesita de ésta leche para que tenga un buen desarrollo, pero si para cuando termine aún queda... entonces podrás beberla. –Dijo Clarice.

– Está bien. –Dijo Alison. Clarice cumplió su palabra, cuando Johanna terminó aún quedaba suficiente leche y Alison la tomó, justo cuando terminó, entró Elsa en la habitación.

– Alison ve al comedor a desayunar. –Dijo Clarice y Alison se fue.

– ¿Debo preguntar? –Preguntó Elsa.

– Me vio amamantando a Johanna, preguntó si hice lo mismo con ella, cuando le dije que no parecía algo triste y le dije que podría probar mi leche cuando su hermana terminara. –Dijo Clarice, tomando a Johanna en sus brazos.

– Ya tiene 3 años. –Dijo Elsa.

– Todos necesitan probar aunque sea una vez la leche materna, Elsa, no estoy segura si yo la bebí también. –Dijo Clarice cargando a Johanna.

– De acuerdo. –Dijo Elsa.

– Y por cierto, sé que te hiciste cargo de Johanna mientas yo dormía, gracias, en verdad. –Dijo Clarice.

– No tienes que agradecerlo, también es mi hija. –Dijo Elsa y Clarice la besó.

– Aun así, gracias, ¿Vamos a desayunar? –Dijo Clarice y fue al comedor con Alison cargando a Johanna, Elsa fue detrás de ella.

Las cosas continuaron así en los días siguientes, los 40 días de reposo pasaron bastante rápido y Clarice se recuperó más rápido aún, a pesar de que no utilizó sus píldoras especiales; durante sus días de descanso Clarice estuvo muy cerca de Johanna, pero más de Alison, para evitar que se pusiera celosa, Elsa seguía tan feliz por el nacimiento de su bebé, que trataba de terminar lo más pronto posible sus deberes para poder estar con ella; aparentemente Johanna era una bebé normal, pero después de 3 meses, algo mágico sucedió.

– ¡Elsa! ¡Elsa! ¡Ven corre! –Dijo Clarice, ella estaba en la habitación de Johanna cuidándola, al escucharla, Elsa fue con ellas corriendo.

– ¡¿Qué ocurre?! –Preguntó Elsa preocupada una vez que llegó a la habitación junto con Alison y Anna, pues también la habían escuchado y se habían preocupado.

– Mira -Clarice le dio a Johanna un pequeño juguete y en cuanto lo tocó, lo congeló-, ja, ja, mi hermosa niña, ¿No te encanta? Creo que heredó más de ti que solo tu cabello. –Dijo Clarice sonriendo, Elsa estaba sorprendida.

– Mi magia. –Dijo Elsa.

– Sí, es hermosa ¿No te parece? –Dijo Clarice.

– No me sorprende que naciera con magia, después de todo sus dos madre la poseen. –Dijo Anna, pero Alison no dijo nada.

La Mujer Inter-dimensionalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora