Helado corazón

Instinto maternal activated

Mai veia a la hermosa criatura, cual compositor escucha su rapsodia interpretada por los mas bellos querubines. Una lágrima salio de sus ojos, podia ver algo que ella nunca podría tener, su matriz era tan infertil cual arena desértica del Sáhara. Ese accidente que tuvo en moto, le habia costado muy caro, el pronostico del doctor no fue alentador. Y pensar que ese accidente, había sido culpa de un peatón impertinente, las lágrimas salían de sus ojos sin control aparente, el rimel se habia corrido gracias a eso.

Nunca mostro que aquella noticia le afectará, mas bien se mostro fuerte e inquebrantable aunque por dentro sentía que moría en vida.

Una mujer como ella, fuerte y desidida a la que parecía que la etapa maternal nunca le hubiese sido importante, siempre lloraba todas las noches tocando su vientre.

Durmiendo hasta que las lágrimas ya no salian, cuan mal se sentia, su peor dolor fue cuando supo que Vivian Wong su compañera en los duelos, estaba embarazada y tuvo que dejar los duelos ya que era muy riesgoso para su embarazo.

Sonrie levemente con tristesa al recordarlo, ("oh maldita memoria como me gustase que fueras inconstante, desde el encuentro con Marik Ishtar pesadillas constantes aparecen.")

Debería estar ya acostumbrada a esas experiencias, pero lo que la molestaba más era saberse vulnerable y frágil...

La criatura notaba los cambios de ánimo constantes de Mai, jalando levemente de su dorada melena. Sus ojos miraron fijamente a la bebé, el tiempo detuvo su curso, ese encuentro de miradas, era una sensación de paz y bienestar. Mai la estrecho con fuerza hacia ella, el calor de aquel angelical ser, envolvio el corazón de Mai.

Solo se necesitaban una a la otra para sentirse completas, al llegar al centro comercial, compro varios cambios de ropa, pañales, leche, chupones... Al llegar a la casa de los Muto bajo varias bolsas de un taxi, Joey la miro horrorisado, ¿de donde iba a sacar dinero para pagarle a Mai?

-Con esto sobreviviras al menos tres meses, ya quita esa cara Weller... No te preocupes por el pago, luego llegaremos a un acuerdo.-

Joey suspiro pesadamente, Mai lo miro con ternura, sus labios de rojo carmín, se dibujo una hermosa sonrisa.

Era divertido ver la cara de Joey, al tratar de preparar un biberón, Mai desesperada tomo cartas en el asunto y termino alimentando a la pequeña.

Escuchar su respiración, tranquila mientras comia, ver como sus ojitos se abrian y cerraban en un parpadear continuo, podia apreciar esas largas y hermosas pestañas.

Esos hermosos ojos de color miel, estaba hipnotizada viendola, hizo repetir a la hermosa criatura, y despues la durmio con una bella melodia.

-🎶🎵Tus ojitos has de cerrar, con mi canto tu dormiras, y en tus sueños encontrarás, una vida sin igual, y al despertar tus sueños haras realidad...🎵🎶-

Yami sonrio con nostalgia.

-Esa es una cancion antiquísima de cuna, me sorprende que un alma joven como tu, la conozca.-

-Cuando era niña mi madre me la cantaba cuando tenia miedo... Ya sabes el típico, cuando crees que saldra un mounstro debajo de la cama, o de tu armario.-

-Pues en mi caso, si había mounstros, y no me la cantaba mi madre, si no mi nodriza Anait-zabek.-

-Entonces recuperaste todas tus memorias cierto? Por que decidiste quedarte, sabiendo que tu alma vagara por 5000 años más...-

-No necesariamente... Veras cuando cumpla los 100 años, ire a las vias del tren y me aventare ahi... Y adiós a esa profecía.-

Mai rio discretamente, Yami sonrio con complicidad, el rubio los veia sin ver, su mirada estaba perdida en la nada.

Mai le dio la bebé a Yami, quien comenzó a cantar en egipcio. Mientras ella abrazaba a Joey.

-Que voy a hacer Mai?-

Mai tomo del mentón de Joey forzandolo a verla.

-SE UN HOMBRE POR UNA VEZ EN TU VIDA!!! Pudiste cumplir tu meta de que tu hermanita recuperará la vista, debes hacer lo mismo por tu hija!-

-No lo hubiera podido hacer sin ayuda de Yugi. No sirvo para nada Mai...-

-Tu desidiste este camino... Haste responsable.-

-No se como hacerlo, no puedo conseguir un buen empleo por que soy menor de edad y aparte...-

El eco de una bofetada se hizo presente, Joey se toco la mejilla, con la mirada incredula.

-Mai yo...-