Era ya medio día Seto miraba por el balcón la ciudad, la vista era hermosa, prendio un cigarrillo para despejar su mente, por primera vez en muchos años, sus manos temblaban.
La última vez que eso habia pasado, fue a causa de que su instructor privado le pegara con una vara. Sus manos temblorosas no por el miedo, si no por rabia e impotencia y ahora el mismo temblor producido por otra circunstancia.
{-Ah... Ah aaaah... Se-Seto... Ah...-}
Demonios esa sensual voz, esos ojos llenos de lujuria y deseo... Esa imagen mental no la iba a poder borrar jamás.
Y de hecho no estaba en sus planes hacerlo, esa experiencia era demasiado grata como para borrarla...
{Aaaaah... SETO!}
-Yami...-
Susurro Kaiba con una voz sensual llena de deseo, lujuria y anhelo aquello que había vivido la noche anterior queria volver a sentirlo...
{Flash-Back...
Yami despues de dejar en ridículo a Kizara... Subio al elevador con Seto, en besos pasionales y adictivos cual narcotico.
-Tranquilizate Muto...-
-Mi apellido no es Muto yo soy...-
-Escucha bien mas vale que dejes de actuar asi por que...-
-Porque... qué? Temes perder la virilidad conmigo?-
-Cállate estas eb...-Esos malditos besos lo volvian loco, suaves, dulces, embriagantes con un ligero sabor a licor...
Yami salio del elevador indignado cuando Seto trato de rechazarlo... Camino hacia el cuarto arrancandose esa gargantilla de alta tecnología, ya que le habia permitido un cambio de voz más, aguda, dulce y femenina. Avento las zapatillas, se arranco el vestido y lo avento con fuerza, callendo en el ventilador de techo.
Sus ojos estaban enrojecidos, y llorosos...
-Maldito Kaiba...-
Seto entro a su habitación, bastante molesto, tratando de ignorar todo a su alrededor, cuando el ruido de un vidrio roto, llamo su atención, corrio hacia el cuarto de Yami, realmente estaba molesto, cuando estando atras de la puerta escucho ligeros sollozos...
-Ese idiota se habra cortado?-
-Te odio maldito Kaiba...-
-Asi que esta haciendo una rabieta...-
Entro con cautela, cerrando la puerta tras de si, el maquillaje corrido y la sexy lencería no eran una buena combinación.
-Por que tuve que enamorarme de Kaiba... Habiendo tantas personas en el mundo y yo tuve que fijarme en un idiota... Que no solo me humilla, si no que me usa como quiere... Y yo como vil idiota acepte... Perdi mi dignidad para esto? Ra! Dime que debo hacer para remediar este error...-
Yami lloraba desconsolado mientras le tiraba pestes a Kaiba... Un llanto lleno de ira y amargura, Seto suspiro con pesadez, y sin decir más nada se abalanzó contra Yami, poseyendo esos labio tan dulces y a la vez salados a causa de las lagrimas, el maquillaje corrido le daba un aspecto un tanto lastimero pero a la vez tierno.
El aroma del faraón entro a lo mas profundo de los sentidos de Kaiba, exitandolo más de lo que alguien le haya exitado antes...
Los besos pasionales de Seto para con Yami, hicieron que el menor se durmiera en sus labios, hipnotizado por esa dulce lengua que recorria su boca, un pequeño hilo de saliva salio por la comisura de la pequeña boca de Yami.
-Seto...-
-Te odio...-
-También te odio Seto.-El CEO sonrio con picardia mientras acariciaba el miembro viril de Yami a traves de la trusa de encaje, Yami se estremecia involuntariamente al sentir la mano de Seto en su cálida entrepierna.
Seto beso el cuello de Yami solo para ver hasta dónde llegaba, el ojivioleta ahogo un gemido soltando un pequeño suspiro.
Seto entre abrio sus ojos para ver a su rival, quien tenia los ojos entre abiertos ahogado en el placer, las manos de Seto quitaron lo que restaba de su ropa, esta vez lo hacia por coraje, haría que Yami gritara su nombre, claro estaba que ese suspiro era un insulto...
Beso cada espacio de su ser, cada centímetro de su piel, dejando pequeñas marcas por donde pasaba su boca...
Yami sentia que su corazón saldria de su pecho...
-Ah aaah Ka-Kaiba...-
Esa voz tan dulce y seductora...
-Ka-Kaibaaah...-
Los dedos del poderoso CEO, entraron en la pequeña abertura de Yami, quien se aferro a sus brazos por el dolor, pequeñas lágrimas salian de sus ojos, Seto las limpio con un beso. Mientras metía sin piedad alguna tres dedos dentro de Yami.
-SETOOO!!!-
Seto lo miro sorprendido, era um grito entre dolor y placer...
Sonrio con malicia para despues tratar a Yami como si fuera un vulgar prostituto...
Usándolo solo para su placer personal, importandole poco que Yami sangrara, llorara o gritara.
Yami clavo sus uñas en la espalda de Seto, dejando marcas profundas...
Yami termino hecho bolita a un costado del CEO. Quien miraba con orgullo el cuerpo marcado de Yami, hasta que lo escucho sollozar... La culpa lo imvadio y sin saber que hacer lo dejo en ese cuarto mientras el iba al otro cuarto, tomando un baño de burbujas, para relajarse.
Sin embargo con todo su ser deseaba que, aquello se volviera a repetir, pues ese sonido de sus gemidos...
Nadie lo podría superar, la belleza, la lujuria y pasión que desperto en el esa noche nunca lo había sentido...
Fin del flash-back}
Yami desperto de nuevo al verse solo, entro a la ducha y sin decir mas nada volo hacia Egipto, sin decir nada simplemente tomo sus cosas y se fue...
Seto al ver la cama vacía arrojo contra la ventana la laptop que traia en sus manos...
Sin embargo asi como se molesto sonrio por que sabia bien cual era los puntos débiles de Yami, y sabía lo que tenía de hacer para tenerlo como su pareja sexual, ahora que lo había probado y le gusto ese delicioso egipcio, no lo iba a dejar solo...
Seria bastante peligroso, que otro se enamorara de el, por que Yami Muto era de Seto Kaiba, y cualquiera que se atreviera a meterse con el, tendria sus días contados.
Yami recién habia llegado a Egipto, fue al templo de Bastet dónde oro suplicando perdón, por haber pecado, pues el queria mantenerse casto y virgen hasta el matrimonio... Pero habia perdido su inocencia con aquel hombre, que amaba pero lo hizo sentir sucio y culpable, además de que fue doloroso...
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Helado corazón
FanficMai Valentine logra ser el cometido de ser una reconocida y famosa duelista, sin embargo a pesar de tener muchos pretendientes su corazón latia solo por Joey Weller... El destino logra volverlos a unir sin embargo no es como ambos hubieran deseado q...