viii. what are you doing here?

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✧・゚━CAPÍTULO OCHO ━・゚✧

Myungseok sabe que debe disculparse con Lucas. Así como sabe que Jeno está metido en problemas gracias a sus compras compulsivas de capítulos del webtoon. Es consciente de que debe encargarse de esos dos problemas, al igual que con su castigo y la montaña de papeles que la esperan en su escritorio todos los días después de sus clases suplementarias. Sin embargo, también sabe que su orgullo es un grano en el trasero y que además, tiene serios problemas de procastinación, por lo que atrasa lo más que puede todas sus situaciones problemas. 

Y en su defensa, no es como si Lucas se lo estuviera poniendo fácil de todas formas. Con cada mínimo atisbo de buscar al alto y ruidoso chico que hizo, el otro parecía huir de ella como si fuera el mismísimo demonio en persona. Agregando que todavía no la desbloqueaba de kakao, Myungseok solo quiere golpearlo para que dejase de ser tan dramático. Así es como deja el asunto estar hasta que llega lo inevitable: les toca limpiar juntos. 

No importó lo mucho que Lucas le rogó a Hyori para que cambiara turnos con él, ella misma fue la que le dio el empujón para que se quedase en el salón solo en compañía de la chica, cerrando la puerta tan rápido que ni siquiera tuvo tiempo de darse la vuelta para tratar de escapar de nuevo. Myungseok puede ver a través de una de las ventanas que dan al pasillo a Jungwoo levantándole los pulgares para darle ánimos, con ella dándole una sonrisa en respuesta. 

―Lucas ―comienza ella, luego de varios minutos de silencio incómodo donde ambos se limitaron a tomar el artículo de limpieza más cercano a ellos para usarlos sin mucho entusiasmo―. Mira, yo-

―Lo siento, ¿si? ―interrumpe Lucas con tono apresurado, sorprendiéndola en el acto. Él deja su escoba de lado para dar unos pasos inseguros en su dirección. 

Incluso si ella sabe que es una situación seria, no puede evitar el imaginarse al chino como un prepúber tratando de confesar sus sentimientos por primera vez, haciendo que deba contener la risa manteniendo los labios en una línea recta con fuerza. Siendo bastante obvia con sus acciones, es inevitable que él se dé cuenta de su expresión, por lo que borra cualquier rastro de arrepentimiento para dejar su cara en blanco.

―¿Ahora qué te pasa? ―cuestiona con tono monótono y cansado, como si su inspiración hubiera sido cortada de golpe. 

―No es nada ―responde con la voz en un hilo, tosiendo para tragarse la risa. Sonríe despreocupada antes de continuar―. Soy yo la que debe disculparse, tonto. Fui una idiota ―Al notar que el otro la interrumpiese otra vez, decide adelantarse―. Y antes de que intentes decirme lo contrario, lo fui. Fin de la discusión. 

El par se observa con los ojos entrecerrados, desafiándose con la mirada como es usual entre ambos. Pasan unos segundos antes que un sonido seco los hiciese sobresaltarse, para dirigir su mirada en dirección a la puerta. Cuando ponen atención, se pueden escuchar unos murmullos muy leves, pero que de todas formas los hacen sospechar entre sí. Se acercan sin hacer ruido, y cuando Myungseok abre la puerta de golpe, ven a otro conocido par actuando de manera sospechosamente casual. 

Going Up! ―Lee JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora