iii. those things doesn't exist

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✧・゚━CAPÍTULO TRES ━・゚✧

Está perdiendo la cabeza. Es un hecho.

Por más que lo piense, en vez de estar prestándole atención al profesor de biología, Jeno no logra encontrar una razón lógica para que hace cinco minutos estuviese hablando con Mark en medio de la noche y en aquel momento se encontrase en clase, porque no recuerda haber dormido en lo absoluto, y mucho menos haber ido a casa.

Saca su celular con tranquilidad, pues al ser dueño del asiento del fondo del salón, los profesores nunca se preocupaban si acaso prestaba atención o no. Busca a su hermano entre los contactos y le manda un mensaje preguntándole si está bien. Apaga la pantalla sin esperar una respuesta rápida, pues justo como él, Jeup debería de estar en clases.

Baja la cabeza a sus anotaciones que están por completo alejadas de mutaciones celulares, y no son más que un grupo de palabras sueltas que son todo lo que sabe al respecto de su extraña situación, junto con las posibles explicaciones que no hacen más que volverse peor conforme trata de resolver el misterio. Analiza cada una de sus opciones.

Lagunas mentales.

Descarta la idea de inmediato, pues no está tan seguro de qué tanto es lo que no debería recordar, pero no está lo suficientemente desorientado como para decir que partes de su memoria deciden diluirse. Además, supone que no se daría cuenta de ello si le estuviese pasando.

Está soñando.

No hay manera desde que sus heridas le han estado palpitando muy claras desde su abdomen, y hasta donde sabe de los sueños, ahí no hay dolor.

Superpoderes.

Su opción favorita, pero la menos probable. No recuerda haber sido mordido por una araña radiactiva o ser inyectado con alguna sustancia experimental, así que las probabilidades de que se haya convertido en un humano con habilidades sorprendentes es mínima.

Perdió la cabeza.

La más desagradable y probable a partes iguales. Las alucinaciones dónde piensa haber visto y hablado con sus amigos para que después actúen como si nunca hubiera sucedido, los saltos en el tiempo y el sentirse como un espectador más que el controlador de sus propias acciones, le llevan a pensar que en algún momento uno de los tornillos de su cerebro se zafó y por ello, toda su vida parece estar yéndose en picada.

Aun así, hay cierto factor que no encaja en sus pensamientos, y es Mark. Como no hubo tiempo como para que el mayor se explicara, ni para que se encontraran pues ya está en último año mientras el resto de ellos se encuentra en segundo, no ha podido obtener la explicación completa a sus palabras. ¿Qué demonios quiso decir con que no quiso traicionarlos? Porque puede que Lee Jeno estuviese perdiendo la cabeza, pero le queda la suficiente cordura como para recordar el golpe en su espalda que, en definitiva, no es parte de sus alucinaciones.

Going Up! ―Lee JenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora