JiMin almohaza su caballo inquieto, piensa de nuevo a la llegada de YoonGi, al increíble caos que ha llevado y al alboroto que ha despertado en su alma.
Se había quedado desconcertado por la actitud del beta respecto a los demás, recordaba su carácter problemático, era un rebelde pero tenía ideales, siempre había sido un hombre justo, de otra manera él nunca se habría podido enamorar del beta. La tarde del baile había sentido pena para Jennie Kim, la manera grosera con la cual la había tratado frente los demás había sido deplorable y como se había acercado a él había sido aún más desconcertante, por suerte Hobi estaba allí y había encontrado refugio en él, en su increíble mejor amigo... ¡Ya su querido Hyung! Suspira, de repente agudiza el olfato, un penetrante aroma de arándano le llega a las narices, traga nervioso cuándo percibe una respiración sobre su cabello, le cosquillea el cogote seductor. Una mano va a cubrir la suya sobre la cadera de Idol que relincha nervioso."¿Por qué estás aquí a esta hora Minie?" esa voz gutural, aún más ronca por el deseo le roza peligrosamente el oído, sabe bien de quién se trata, no hay necesidad de girarse para cerciorarse.
"Los malos pensamientos me tienen despierto" en fin se voltea perdiéndose en los ojos negros del beta "Jeon YoonGi Ssi" concluye con un hilo de voz. Él curva los labios en una sonrisa pícara mientras baja el rostro hacia el suyo parándose a pocos centímetros de sus labios.
"¿Soy yo tus malos pensamientos?" JiMin advierte un tiritón al vientre, es tan familiar, demasiado familiar, nervioso sacude las pestañas mientras lo aparta y trata de salir de las cuadras, dos brazos lo rodean detrás y con un apretón él lo empuja contra su tónico tórso.
"Basta de huír Minie..." dice como si fuera un matón mientras hunde la cara en el hueco de su cuello aspirando su dulce aroma de vainilla. Su corazón empieza a bombear, no entiende cuáles sean sus emociones pero sobre todas sobresale la rabia por lo tanto porta las manos sobre las de él y se derrite de ese agarre, con los ojos chispeantes se gira a enfrentarlo.
"Te recuerdo que no fui yo a huír, tú lo hiciste... lo hiciste hace mucho tiempo dejándome sólo. Por que viniste ahora, ¿Qué quieres de mí YoonGi?" pregunta alterado.
"Te quiero..." le contesta él con voz ronca mientras lo agarra por el cogote y pega la boca sobre la suya, el omega abre los ojos sorprendidos, ya no recordaba ese contacto de ascua, el beta se aparta levemente "siempre te he querido... tú eres mío Park JiMin" jadea bajando de nuevo sobre sus labios, lo atrae contra su pecho con la mano libre mientras el beso se pone desesperado, le hace abrir la boca e inmediatamente la lengua busca la suya, exigiendo su rendición. JiMin por un momento se pierde en el sabor de ese beso, un sabor que conoce bien, que un tiempo le hacía temblar las piernas y perder la razón, siente la erección de él comprimir fuerte contra su pubis, una sensación rara se adueña de su cuerpo, con toda la fuerza que posee lo empuja, YoonGi lo mira confundido.
"¿Soy tuyo?¿Y tú alguna vez fuiste mio?¿Alguna vez luchaste por nostros?"
"Pequeño tú no puedes saber lo qué he hecho por nosotros... por... yo..."
"¡No! No quiero escucharte, ¿Dónde estuviste todos estos años eh? Cuándo estaba destrozado y no sabía en qué rincón esconderme, ¿Cuándo no sabía como salir adelante dónde estabas YoonGi?¡No basta se acabò, no te quiero escuchar nunca más!" JiMin grita llevándose las manos sobre las orejas, el beta de inmediato le es encima y con ternura le aparta las manos, le llena la cara de besos suaves.
"Tienes que escucharme pequeño... tienes que saber..." murmura ronco.
"¡No!" insiste él tratando de librarse "¡Toma tu mujer y vete de aquí!¡Déjame en paz!"
"Si no quieres escucharme entonces me escuchará tu cuerpo... tu corazón..." caminando lo empotra a una de las vigas del edificio, toma su cara entre sus manos y de nuevo cala posesivo sobre su boca, después de un beso largo y salvaje se separa de él por falta de aire, baja a trazar húmedas estelas sobre su cuello.
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Blood (J.J.K. - L.M. +18)
Fanfiction"Las reglas son hechas para ser rotas. Yo soy una especialista en este campo." Marie van Schuyler Lisa y JungKook son dos almas irremediablemente atadas desde siempre que una horrible sombra negra como el pecado más grande trata de separar a cada co...