↬ᴇʟ ꜱᴏɴɪᴅᴏ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ♥ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]

sɪx

—Jeon. –El mencionado se detuvo antes de salir del salón.

— ¿Qué ocurre, Kim? –El castaño no era tonto, sabía muy bien que la razón por la que su amigo lo llamó por su apellido con esa mirada seria, tenía por nombre SeokJin.

—Tú sabes qué ocurre. –Contestó secamente.

—Oigan chicos, iremos a... -HoSeok se detuvo al ver como sus dos amigos se enfrentaban y él ignoraba la razón.

—Si estás así por lo de SeokJin, bueno, me declaro culpable. –Dijo el castaño con una sonrisa triunfante.

— ¿Aún sabiendo que a mí me gusta? –Preguntó irritado.

— ¡Oh vamos! Tú haz estado molestándolo desde que lo conocimos, el hecho que Jin tenga una discapacidad no lo hace menos que nosotros, ¿esa es tu manera de mostrarle a alguien que te gusta? Solo lo haz lastimado, él no se merece ese trato, por nadie, somos nosotros los que debemos siempre tratarlo bien, Jin jamás te ha ofendido como tú lo haz hecho. –Acusó muy molesto. —Así que no me vengas a hacerte el dolido ahora, mis intenciones con SeokJin son serias y sobre todo, sinceras.

Dicho eso, el castaño salió del salón con su humor hecho añicos, jamás pensó que discutiría por amor con su mejor amigo, pero Jin lo valía, Jin valía más que cualquier cosa en este mundo.

— ¿Qué demonios fue eso? –Preguntó HoSeok sorprendido.

—Eso, fue la declaración de la guerra. –Contestó el rubio, seguidamente salió del lugar dejando al pelirrojo con una enorme incógnita.

—Hey Ho, vamos por un helado. –Llegó su amigo NamJoon con una sonrisa que mostraba sus lindos hoyuelos.

—Oye Nam, ¿tú sabes quién es SeokJin? –Preguntó dudoso mientras caminaban a la salida.

— ¿SeokJin? –Se quedó pensando por un buen rato. —Hmm he oído de un chico que va un grado mayor que nosotros, pero nunca he hablado con él. ¿Por qué?

—Bueno... -Le narró todo lo acontecido hacía unos minutos.

— ¿Tae enamorado? Nunca me mencionó nada. –Dijo después de analizar todo el relato.

—Estoy igual que tú, esos dos han sido amigos desde hace varios años, es un poco irónico que les termine gustando la misma persona. –Murmuró.

—El amor es así, inexplicable.

Y no pudieron estar más de acuerdo.

Jin sabía que algo le había sucedido a su nuevo amigo, por lo regular, a JungKook se le daba por parlotear sin parar, sin embargo, ahora estaba muy callado y pensativo, desde que lo vio salir del instituto con su mirada gacha, y una muy leve sonrisa, Jin sintió la enorme necesidad de consolarlo, pero no lo hacía para no incomodarlo. Aunque no podía más con la incertidumbre.

Lo detuvo por el hombro y le preguntó: "¿Q-u-é  s-u-c-e-d-e?"

Jeon, al ver su rostro preocupado, volvió a sentir las mariposas en su estómago y sin pensarlo; lo abrazó con fuerza, enterrando su cara en el cuello del mayor que era sólo un par de centímetros más bajo. Sintió sus brazos rodearlo por la cintura, ese simple gesto bastaba para hacerlo sentir mejor.

—Eres una maravilla, Jinnie. –Habló contra su oído con todo el amor que sentía por él. —Lo más bello que tengo.

Jin se ruborizó, no entendía por qué JungKook siempre le decía cosas tan lindas y con seriedad, como si eso fuera lo que en verdad sentía. A él le gustaba Jeon como su amigo, era divertido y cariñoso, pero algo dentro de él, le hacía pensar que quizás, Kook tenía otra clase de sentimientos por él, cosa que lo ponía un poco incómodo, porque a él le gustaban las niñas, ¿verdad?

Al pensar en ello, se separó del castaño y le sonrió, con gestos le indicó que tenía hambre, así que siguieron su andar, pero esta vez, con un Kook sonriente que lo abrazaba por los hombros y él con la duda rondando en sus pensamientos.