↬ᴇʟ ꜱᴏɴɪᴅᴏ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ♥ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]

ғɪɴɪsʜ

Cuando el sonido del timbre anunciaba que la jornada había terminado, SeokJin suspiró cansado. Había sido una semana agotadora, sus amigos no paraban de cuestionarlo sobre su noviazgo con el chico un grado menor. Les había sorprendido; ya que él no había mostrado interés por los chicos antes. Y que de repente apareciera de la mano con Jeon, pues sí era inaudito.

Pero él, con ayuda de YoonJi, relató que su amistad con el castaño había evolucionado conforme los meses. Lo atento que era el muchacho y como lo había cautivado.

Sin querer; sonrió embobado al recordarlo.

—Sigue sonriendo así y consideraré llevarte a un manicomio. -Escuchó la voz grave de su mejor amigo.

Jin solo le sacó la lengua y guardó sus cosas en su bonita mochila roja con detalles negros.

—Ya. Antes que Jeon te lleve, ¿tendrías tiempo para tu amigo? -Preguntó tomando su mano.

Jin se sintió culpable, desde que era libre para estar con su novio, había olvidado a sus amigos. En respuesta lo abrazó con fuerza y besó su mejilla.

Un carraspeo interrumpió la muestra de amor entre los amigos.

—Lamento la intromisión. -Dijo el castaño con una mueca de desagrado. —Solo venía por ti, Jinnie.

—Lo siento Jeon, pero Jinnie es mío por hoy. -Informó el más bajo entrelazando sus dedos con los del mayor y sonriendo de lado.

— ¿Qué? -Su voz salió aguda, sonrojándose por la sobre actuación. —Pe-pero Jinnie, no me dijiste nada.

—Pues yo te lo informo ahora. -Volvió a decir el chico de tez pálida.

SeokJin solo reía al ver como sus dos personas favoritas discutían de forma tan infantil. Se acercó al castaño y depositó un casto beso en sus labios.

— "H-a-b-l-a-m-o-s  l-u-e-g-o."

Y seguido, los amigos se marcharon. Jeon se quedó haciendo un puchero, no le molestaba en absoluto que saliera con sus amigos, pero ya se había acostumbrado a tener al mayor solo para él, compartirlo con ellos era una tortura.

—Bueno ya qué, iré con Tae a las maquinitas. -Se dijo y salió directo a casa.

— ¿Sigues enojado? -Cuestionó el castaño que caminaba al lado de sus tres amigos.

— ¿Te parece poco robarme al chico que me gusta? -Respondió con otra pregunta.

—Sé que actué mal, y vuelvo a pedirte perdón por eso. -Se detuvo y los demás igual. —Pero no podía permitir que la oportunidad de estar con el chico que me trae loco desde hace años se escapara de mis manos. Suena egoísta y lo admito, pero si llegas a tener la oportunidad de ser feliz, a pesar que sea a costa del interés de alguien más, ¿la dejarías ir? Solo te pido comprensión, sé qué, de haber sido diferente, tú hubieses actuado igual. Y créeme, yo no viviría enojado toda la vida; ya que a veces uno debe ser egoísta y pensar en el beneficio propio, porque, si me la paso haciendo todo para que los demás sean felices, entonces, ¿dónde queda el amor y valor propio?

Los tres chicos se quedaron con la boca abierta ante esa resolución, Jeon podía parecer un cabeza hueca, pero cuando se trataba de cosas serias, mostraba lo maduro que era.

El de cabellos rubios se pasó los dedos por el cabello y resignado contestó.

—Está bien. De todas formas, sabía que Jin no me aceptaría de esa forma, varias veces intente seducirlo pero simplemente se mostraba frío. Entendí que no me veía de la misma manera y obligarlo jamás estuvo en mis planes.

Los dos mayores se habían quedado al margen, orgullosos de que sus donsaengs fueran tan sensatos con sus sentimientos.

—Entonces... ¿Amigos, TaeTae? -Extendió su mano hacia él.

— ¿Juras hacer feliz a Jin? Es un chico maravilloso, y si no lo cuidas, en la más mínima oportunidad, Jeon, lo haré mío. -Sonrió con sorna al ver la mueca de disgusto en el otro.

— ¿Tú también? ¡Agh! Los amigos de mi bebé ya me dejaron en claro sus amenazas, no necesito más. Pero sí, lo juro por mi vida que es SeokJin. -Juramentó con una mano en el pecho.

—Entonces, amigos.

Se fundieron en un fuerte abrazo al que se unieron los otros dos. Con sus corazones felices al haber podido superar un obstáculo más en su amistad.

—Ahora JungKook, tú pagarás todo. Es lo mínimo que puedes hacer. -Dijo con su característica sonrisa cuadrada.

Entraron al local y como siempre, se perdieron en todos los juegos que los habían unido.

—Me alegra que encontraras el amor, Jinnie. -Suga mantenía abrazado al más alto. —Se feliz, no dejes que nadie pisotee tus sentimientos, si Jeon hace una idiotez, no dudes en decírmelo.

El azabache sonrió complacido. Estaban en el mismo parque donde se conocieron hace tantos años. Jamás pensó que el amor llegaría a su vida, por su condición lo veía imposible. Pero ahora, junto a JungKook se sentía seguro y no podía esperar a ver lo que el futuro les tenía preparado.

— "T-e  a-m-o." -Lo abrazó con fuerza.

—Y yo a ti, mi niño bonito.

Cuando estaban compartiendo calor corporal, un disco fue a parar a la cabeza del más bajo.

— ¿Qué diablos? -Al separarse notaron a la pareja que se reía por su hazaña. — ¡Le diré a papá que te castigue por haberme golpeado, Min! -Gritó mientras se ponía de pie.

—Aish, solo fue un golpecito. -Dijo la chica sin importancia.

—Golpecito el que dejaré en el ojo de tu noviecito. -Murmuró para después perseguir a JiMin que corría por su vida.

—Son tan tontos. -Dijo la azabache que se sentó al lado del más alto y se dedicó a darle mimos.

SeokJin no podía estar más feliz por la vida que le tocó.

A pesar de no poder hablar, había logrado encajar en un mundo cruel, con ayuda de su madre, sus queridos amigos y ahora, su bello novio.

Fin.