ᴇᴘɪʟᴏɢᴜᴇ

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SeokJin observaba a su novio, éste se encontraba distraído, tratando de hacer el nudo de la corbata de su traje. Jin sonrió y se acercó al menor, con sus ágiles dedos pudo hace el nudo que tanto le había costado al contrario.

¿Qué haría sin ti, Jinnie? –Preguntó mirando la preciosa cara del mayor, quien le había puesto el saco y ahora le quitaba las inexistentes arrugas al traje.

Su-su-frir. –Había respondido con una sonrisa arrogante.

JungKook se rió y lo abrazó por la cintura, besó los esponjosos labios de su novio con todo el amor que sentía por él.

SeokJin solo podía decir unas cuantas palabras cortas, tartamudeaba pues no había posibilidad de que hablara fluido, por lo que su comunicación siempre era a través de la Lengua de Señas.

¡Es hora de irnos, tortolitos! –Gritó la madre de JungKook.

Pronto la pareja ya se había encaminado hacia la puerta de la casa, emocionados y felices.

Al llegar a la universidad, la ceremonia de graduación había pasado volando y pronto JungKook ya tenía su título como Veterinario.

Al igual que SeokJin, que se había graduado un año antes.

No había sido nada fácil para Jin concluir su carrera, pues muchas personas aún tenían el pensamiento retrograda de verlo inferior por su discapacidad, eso le complicó muchos trabajos grupales, sin embargo, después de desahogar su rabia llorando sobre la almohada, Jin se levantaba con más fuerza y deseos de superación.

Le demostró al mundo y así mismo, que el no poder hablar no lo incapacitaba para desempeñar con excelencia su trabajo. Amaba a los animales y los atendía con todo el gusto del mundo, y eso se reflejó en los buenos resultados que tenía al desarrollar y terminar cada caso que atendía.

Pues su discapacidad nunca fue un impedimento para que se desarrollara como un profesional y junto a su novio, ya tenían ubicada una pequeña clínica veterinaria que poco a poco se daba a conocer.

Estoy tan feliz por ustedes, chicos. –Había dicho la madre de SeokJin. —Les espera un futuro brillante.

Ella los abrazó con mucho cariño, pronto los padres de JungKook también se habían unido al abrazo familiar.



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En la fiesta de graduación, solo estaban presentes la familia y amigos del nuevo profesional, estaban en el patio trasero de la casa de los Jeon, donde asaban carne y bailaban, otros platicaban mientras bebían.

Pero pronto, la atención se centró en aquella persona que hacía sonar con un tenedor, su delicada copa de cristal.

Gracias a todos por estar aquí, realmente es un sueño hecho realidad, me siento muy orgulloso de poder darles a mis padres, algo por lo que invirtieron por tanto tiempo, mi educación. Y es que ser veterinario es algo que siempre desee y cuando conocí a mi persona especial, esa determinación se volvió más fuerte. –Miró a SeokJin y sonrió. —Él ha sido mi mayor motivación, mi inspiración y un ejemplo a seguir, le ha demostrado al mundo que una discapacidad nunca será un obstáculo para lograr nuestras metas, que el límite solo se lo pone uno mismo y que si lo deseamos y luchamos por ello, los sueños se hacen realidad. –Sacó una cajita de terciopelo de su bolsillo y todos jadearon sorprendidos. —Es por eso, que aquí, frente a nuestra familia y amigos que han sido nuestros testigos, Kim SeokJin, me gustaría poder unir mi vida a ti. –Se arrodilló frente al mayor que lo miraba con sus ojitos bien abiertos y su boquita formando una pequeña "o", mientras abría la cajita y mostraba un bello anillo de plata con una piedra en tono rosa. — ¿Quieres ser mi esposo?

↬ᴇʟ ꜱᴏɴɪᴅᴏ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ♥ [ᴋᴏᴏᴋᴊɪɴ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora