Insensible III

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Geralt de Rivia había sido contratado.

Ciertamente los acontecimientos provocados por las travesuras de "culito sucio", fueron más siniestros de lo que habían esperado. La mujer descolocada, la que le había mordido la mejilla a su hermana, había matado también a su marido. Y su marido había sido, nada más y nada menos, que uno de los guardias que se habían encontrado a las trompadas con Geralt y Jaskier cinco noches atrás. Por lo tanto, contratar al brujo había costado. Pero finalmente, gracias a su labia, Jaskier había logrado que a su brujo le tiraran unas monedas.

Las cosas estaban fuera de control en los alrededores, con rumores de los nilfgaardianos atacando el norte sin piedad, incluso se decía que Cintra había caído en el ataque y había rumores sobre el ejército en Sodden, la Segunda Batalla de Sodden, le decían, y se rumoreaba que había resistido gracias a un fuerte contraataque arcano.

Geralt se mostraba bastante reacio a continuar avanzando con Jaskier a su lado, le repetía una y otra vez que no era coherente, que tenía que empezar a entrenar si quería seguir acompañándolo, a lo que el trovador le explicaba que él no había sido confeccionado para matar, sino para buscar aventuras y escribir sobre ellas, a lo que el brujo le respondía que entonces se quedara en la aldea y lo dejara seguir solo, porque tenía un mal presentimiento, sin dudas, aunque esto último no se lo había dicho, pero el trovador ya lo conocía de memoria y cuando el brujo cambiaba el semblante, pues era que realmente algo se estaba cociendo en la atmósfera, porque Geralt pocas veces se equivocaba.

Por insistencia de Jaskier, finalmente habían decidido ir a hacer el trabajo, ¡esto era una aldea olvidada en Temeria, joder! Tampoco estaban combatiendo en los vestigios de Cintra o algo por el estilo.

Durante toda aquella mañana buscaron al bebé endemoniado, sin rastros de éste, así que decidieron que lo mejor sería hacerlo por la noche, como había sucedido anteriormente. Jaskier entonaría un romance y esperarían que apareciera. Sin embargo, todo cambió repentinamente:

Bien entrada la noche, Geralt y Jaskier iban montados sobre Sardinilla cuando se encontraron con un mercader al otro lado de un puente que gimió atemorizado al oírlos llegar y se tiró sobre el barro y estiércol que lo rodeaba, en un intento fallido de esconderse. Tenía un carromato que se había trancado entre el barro del lugar y sus ruedas traseras se habían hundido sin consideración, imposibilitándole el avance. Geralt gruñó. - Sal de ahí paisano, no te haré daño. - dijo el brujo con voz siniestra.

- Eh, no creo que con ese tono te lo crea. - le comentó Jaskier. Mmmrr... oyó la respuesta del brujo. El hombre los miró, dudó, volvió a mirar su carromato, luego a ellos, dudó una vez más y finalmente habló.

- No se queden viéndome. Ayúdenme por favor. - rogó, señalando las ruedas traseras del carro. - No puedo solo y los cagones de mis criados han huido.

- Cagones, no. Sensatos. - sentenció Geralt. - Deberías hacer lo mismo. Nosotros también seguiremos nuestro camino. - y fue en ese momento en el que Jaskier se dio cuenta de su entorno: montón de cráneos, costillas y tibias desparramados por doquier, los rodeaban.

- ¿Qué es este lugar? - susurró el trovador.

- Basurero de cadáveres después de una matanza, Jaskier. - le dijo Geralt. - Demasiadas muertes, demasiado dolor concentrado en un solo sitio... Mmmrrr...

- Oh, ¿podría haber ghoules? - se estremeció Jaskier.

- Claro que podría. Y lo habrá. - miró al mercader. - ¿A qué esperas? ¿A formar parte de este paisaje? ¡Vete de aquí, te digo! Monta a caballo detrás de nosotros. Vayámonos de aquí.

- ¿Y el carro, señores? - fue la respuesta del mercader. - ¿Y las mercaderías? ¿Todo un año de trabajo? ¡Antes reviento! ¡No las dejaré!

- Y reventarás, te lo aseguro. - dijo Geralt. - No seas insensato ¡Vamos! Ven detrás de nosotros.

The Witcher: Lanza una moneda a tus brujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora