Prólogo

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Había sentido que los huesos de Kaguya, lo habían atravesado sentía que su cuerpo se había cenizas conforme pasan los segundos. Esté al morir vió cómo su antigua compañera de equipo vino por él.

_ ¡Rin!_ Exclamó Obito Uchiha, mientras que las lágrimas amenazaban con caer de sus ojos.

_ Lo has hecho bien Obito te he estado observando_ diría Rin dandole una sincera sonrisa, para después darle un fuerte abrazo a su antigua compañera.

_ Te he extrañado tanto... Rin te extrañé_ diría el Uchiha_ No quería vivir en un mundo donde no estás a mi lado_ diría el Uchiha cabiz bajo.

Lentamente, ella también se puso de rodillas para volver al nivel de sus ojos. Ella se acercó y puso una mano en su hombro y ante la pura sensación que lo invadió al tocarla, él la miró.

_Siempre he estado a tu lado, Obito. Simplemente no estabas dispuesto a tomar las cosas como estaban. Querías que todo fuera como lo querías, como lo imaginabas en tu cabeza. Querías ver Kakashi y yo a tu izquierda y derecha, permaneciendo contigo en todo. Pero incluso cuando no estamos allí, estamos aquí, ya sabes _ diría Rin

Su mano se movió hacia abajo para colocarse sobre su pecho y él tomó su muñeca, apretándola. En un momento que fue lo más difícil que había recordado haber tenido que hacer, se permitió recordar. Recordó el día en que había dejado la cueva, cómo había corrido bajo la lluvia, encontrando a Kakashi y Rin y viendo… viendo esa horrible pérdida. Esa horrible lágrima que lo había dejado lisiado y que había trabajado en su propio ser todos los días de su vida, incluso cuando no lo sabía.

Obito esperó a que la agonía lo abrumara, pero de alguna manera, se sintió… calmado. Eso fue todo, no necesariamente feliz o contento, pero tampoco dolorido o triste. Miró a Rin a los ojos y ella asintió con la cabeza con otra hermosa sonrisa.

_Eso está mejor, ¿no?_ diría sonriendo Rin

Un efecto de enorme magnitud flotó a través de su pecho y agarró su muñeca con más fuerza.

_Sí, pero ... ¿qué me queda ahora? ¿Qué puedo hacer ahora? ¿Dónde estoy, de verdad?... Se que estoy muerto_ diría Obito.

Entonces soltó una risa corta y suave, un tintineo y un sonido alegre.

_Recuerdo Rin. Recuerdo lo que planeé hacer. Al mundo ninja, me he aliado con Madara y estar trabajando para forzar al mundo a un estado de perfección por medio de un grillete mental, el Tsukuyomi Infinito . Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para verte de nuevo, para crear un mundo en el que estés vivo _

Ella negó con la cabeza con tristeza.

_Pero yo no sería real_ respondió Rin

Obito inclinó la cabeza_ Lo sé. Pero estaba dispuesto a hacer todo eso por mi propia felicidad, para vivir en ese mundo de ignorancia_

Se miró las manos y se las quedó mirando, sabiendo ahora qué infierno había forjado en un mundo como consecuencia de su egoísmo.

_Y acabo de matar quién sabe cuántas personas en un esfuerzo por acelerar mi propia agenda. Y estaba dispuesto a herir más, a matar más_ diría Obito

En ese momento, sintió que prefería ser cualquier otra persona.

_No soy una buena persona, Rin, lo sé_ diría Obito, Inclinando la cabeza de un lado a otro, claramente reflexionando sobre algo.

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