Profecías

El niño que creia en las serpientes

Un verdadero amigo es aquel que se acerca a ti cuando el resto del mundo te abandona.
Walter Winchell

Mansión Malfoy
Wilshire, Inglaterra
Enero, 2006

—¡Dame eso!

El niño rubio de escasos 6 años de edad, corrió hacia el pequeño que tenía enfrente para arrebatarle un pedazo de madera que estaba metiendo en su boca y Eltanin Malfoy se soltó a llorar de manera desconsolada cuando su hermano mayor le metió un golpe, suave en la frente para que no lo volviera a hacer para después consolarle con unas palmadas en el hombro y dándole una rana de chocolate que traía en el bolsillo de su fino pantalón color negro. Scorpius era tan pequeño, pero más responsable que cualquier niño de su edad.

A tan poco tiempo de haber aprendido a leer gracias a su madre, ya había devorado completamente Historia de Hogwarts, imaginándose tal Castillo como el de los cuentos que su madre solía contarle a la hora de dormir, había aprendido a recitar muchos poemas y a pronunciar muchos hechizos, al grado de que Hermione había tenido que esconder su varita para que no le encontrara.

Tío Harry había dicho que en eso se parecía a su madre y Scorpius había inflado su pechito en forma automática, sintiendo que era todo lo que quería ser de grande: Como su madre.

—Ha venido a jugar contigo el hijo de tío Harry.- Dijo su madre al llegar con ellos, tomando la manita de Eltanin para caminar con él en espera de que su hijo mayor caminara a su lado.

Hizo una mueca de fastidio que hizo que su madre soltara una risa cantarina y le acariciara la cabeza con la yema de los dedos de la mano libre.

No entendía que era tan gracioso.

James era el hijo de tío Harry y Pansy pero no era como él. No era divertido y no le gustaba jugar a nada en su compañía. Era un tonto.

—Pero mami...-Susurro mientras hacía un puchero de manera graciosa marcando sus facciones perfectas y los ojos grises.
No había nada que hacer.

Más allá en el lago de la mansión estaba parado, con las manitas en los bolsillos y mirando como los peces en el agua boqueaban de manera graciosa una y otra vez cuando aventaba comida especial que le había dado Hermione. Scorpius solamente llegó a su lado después de que su madre le soltara y animara a ir con él.

—¿Quieres darle de comer a los peces de tu madre?.- Susurro el niño de cabello negro mientras le pasaba un puño de comida al rubio a su lado y volvía a quedar en silencio.
James sabía que debía jugar con él y había aceptado cuando vio que Scorpius estaba solo la mayor parte del tiempo.

Su padre no quería al padre de Scorpius y aún cuando él no tenía más que 5 años había oído a su padre pelear con mami por causa del papá del niño, quien estaba aventando de a poco la comida. Su padre había dicho que mami y Draco eran tan amigos que se besaban en la boca muchas veces y se abrazaban también.

—A veces tu papi va a mi casa a ver a mi mami y creo que pelean mucho.- Dijo James solamente por hablar de algo y sabiendo que q Scorpius iba a interesarle.

—¿Por qué pelean?.- Los ojos grises se desviaron del agua para verle directamente, dejando para después el dar de comer de nuevo a los peces.