𝘽𝙪𝙘𝙠𝙮 𝘽𝙖𝙧𝙣𝙚𝙨 ☰ 𝙎𝙩𝙚𝙫𝙚 𝙍𝙤𝙜𝙚𝙧𝙨
×𝘖𝘯𝘦 𝘚𝘩𝘰𝘵𝘴
×𝘛𝘳𝘢𝘥𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴
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Semanas después.
La noche de su cumpleaños fue un desastre y no iba a esforzarse en aparentar que aquello no supuso para ella un enorme estrés y un "ligero" ataque de pánico, pero al mismo tiempo, esa noche fue cálida y un soplo de aire fresco para su vida.
Desde ese momento, en el que Steve pronunció aquellas palabras, Amanda parecía haber vuelto a la vida. Sonreía, reía y había recuperado la luz en el rostro, incluso se atrevía a bromear con ellos, aunque seguía manteniendo sus conflictos internos.
Las cosas con Steve iban bien, no se podía decir que tuviesen nada serio, ni tampoco podían ponerle una etiqueta clara a lo que estaban viviendo. Salían, se divertían, tenían citas y pasaban mucho tiempo juntos. Tiempo charlado, tiempo riendo y tiempo totalmente en silencio, disfrutando de su mutua compañía.
― He de admitir que ahora que lo pienso con cabeza fría no me hace ni la más mínima gracia que mi hermana pequeña esté saliendo con mi mejor amigo ― Bucky habló moviendo las manos, mientras permanecía tumbado en su cama, esperando a que Amanda saliese del baño con el décimo modelito que se probaba en menos de una hora.
― No seas quejica. ¿Quién dijo que Steve podría ser una nueva ilusión? ― preguntó retórica saliendo con precioso vestido.
― Tengo como cien años, la demencia es mi sombra, no deberías de tomar todo lo que digo al pie de la letra ― murmuró distraído, quitando las migas de su camiseta. Si Amanda veía una sola miga de comida sobre su edredón, estaba seguro de que terminaría recibiendo no solo un golpe.
― ¿Y bien? ― preguntó expectante, parada en medio de la habitación, haciéndole señas a Bucky para que la mirase.
― Mandi... ― sonrió al verla, parecía una autentica princesa ― Estás increíble... y no, no saldrás con Steve llevando eso puesto. Definitivamente no ― negó con las manos.
― ¿Acaso quieres volverme loca? Acabas de decir que estoy increíble ― habló con cierta seguridad, aunque su nivel de autoestima estuviese en el subsuelo.
