Steve
Subí los dos peldaños del porche y llamé al timbre. Tony rápidamente se reunió a mi lado e hizo un quejido al subir el último escalón.
- Aún sigo adolorido de ayer -dijo con una suave risa, dándome con el codo.
Me puse completamente rojo con su comentario y golpeé su brazo en respuesta.
- ¡Tony! -Le reprendí-. Como te escuche mi padre esto se podría poner feo así que ninguna referencia sobre sexo durante 15 minutos.
Rodó los ojos, para luego asentir con un suspiro pesado.
- Solo por la paz -murmuró.
Un segundo después la puerta se abrió y mi madre nos recibió con una gran sonrisa.
- Hola, hijo -me dio un gran abrazo y luego abrió los brazos para Tony-. Hola, Tony. Estábamos a punto de comer. ¿Habéis comido? ¿Queréis quedaros?
- Por supuesto, Sarah -respondió rápidamente Tony, para luego acercarse a susurrar a mi oído-. Creo que serán más de 15 minutos, así que me debes una charla de sexo esta noche -ronroneó, dejando un beso en mi mejilla.
Me quedé con la boca abierta mientras le veía ir alegremente al jardín.
¿Como era tan descarado? Acepta quedarse a comer sin preguntarme y luego se saca una charla de sexo de la manga. A veces siento que juega conmigo, no es justo que sea tan encantador y no pueda quejar en condiciones.
- ¿Cómo estás, hijo? -Preguntó mi madre, enganchando su brazo al mío mientras caminábamos al jardín.
- Muy bien.
Ella me miró a los ojos, para comprobar que le dijera la verdad, y cuando quedó satisfecha sonrió ampliamente y me dejó ir para sentarse a la mesa junto a mi padre.
María dio un grito para saludarme al verme llegar y sacudió su mano con una sonrisa.
Me acerqué rápidamente a ella y besé su cabeza para que así continuará comiendo.
- Hola, princesa. ¿Está rico?
Ella asintió y dijo un "sí" escupiendo un poco de comida en el proceso.
- Hola, papá, veo que has encendido al fin la barbacoa -le saludé, mientras veía todo tipo de carnes en la mesa.
- Por una ocasión especial con mis nietos merece la pena el desempolvarla.
- Gracias, papá -sonreí.
Era tan placentero escuchar estas cosas y saber que todas nuestras diferencias quedaron atrás de verdad.
Finalmente me senté junto a Tony en la otra punta de la mesa, después de saludar a todos los niños, y nos serví un par de costillas.
- ¿Qué tal te va el trabajo, Stark? Escuché el otro día que Industrias Stark está bajando bastante.
- Papá... -le advertí.
No sé con qué intenciones estaba diciendo eso y quería intentar mantener la mayor paz posible entre ellos
- No es una burla, hijo -se defendió-. Me preocupa que pueda iros mal económicamente.
Quiero creer que de verdad se preocupa, pero eso también podría ser una ofensa para hacer parecer que Tony no puede mantenernos. Por si acaso tenía que mantenerme alerta.
- Desgraciadamente sí, pero no tanto como para temer una quiebra.
- Hicisteis muy mal en dejar el mercado de las armas, os iba muy bien.
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SUPERDADS - Día A Día
FanfictionSigue el día a día en la vida de Steve y Tony, después de 20 años casados, cuidando y lidiando con sus 6 hijos: Peter, Susan, Johnny, Harley, Maria y Morgan.