Capitulo 7

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°Creo que es uno de los capítulos más cortos xd espero que lo disfruten jeje


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De esa tarde en adelante no dejé de ver Camila ni un solo día.
Yo no conocía la fecha en que ella tendría que irse, pero estaba ahí, siempre. Camila aceptaba su partida, sin relacionarla todavía con separación alguna, como parecía admitir todo. Para Camila las cosas eran, estaban así, se vivía de este modo y no cabía en su ánimo ni en su mente el propósito de calcular las cosas, menos aún de proponerse la tarea de cambiarlas. Ahora éramos felices.

-Somos felices, ¿verdad? -me preguntaba, no por la más mínima duda, sino sólo para escuchar mi confirmación.

-Sí, Camila.

-Bésame.

Y ese beso era la entera dicha para ella. Yo no podía librarme, entre otras inquietudes, de la conciencia del tiempo que transcurría y del vacío más allá del presente. Camila usaba algunas palabras sin atender a su sentido, sin reparar en lo inadecuadas que podían ser respecto de nuestra situación.

-Yo te querré siempre -decía-. ¿Y tú?
Yo asentía en silencio.

-Dímelo, dime que siempre me amarás.

-Siempre te amaré, Camz.

Para ella el único mañana que valía era el del día siguiente, y descubrir de
éste sólo surgía al momento de despedirnos.

-¿Vendrás mañana?

-Sí, Camila.

-Qué bueno, qué bueno. Me haces tan feliz, Lauren.

Era como si le hubiera dicho "vendré siempre".

En la mañana bajábamos a la playa. Jugábamos y nos hacíamos cariño. Ella se
escondía detrás de las rocas y los botes. Reaparecía para que hiciéramos cerros de
arena a los que escavamos para preparar la chimenea del horno, y hoyos profundos
donde Camila se enterraba hasta la cintura y, a veces, hasta el cuello. Con palitos de fósforos trazábamos la cruz del juego del gato y después, aplanando la arena, nos escribíamos breves frases de amor.

Entrábamos al mar y como ella ya estaba al tanto de mi incapacidad para soportar la inmersión total, se abstenía de hacerme pasar un mal rato y nadaba junto a mí, apegándoseme sin alterar mi flotación.

Íbamos siempre a la playa de la caleta, lo cual proporcionaba cierta tranquilidad
a la madre de Camila.

-Estarán por aquí cerca, ¿verdad?

-Sí, tía.

-Ah, qué bueno, Lauren; si sienten hambre, suban a buscar una fruta.

-Muchas gracias por su preocupación, señora.

No la descubrí nunca vigilándonos, a pesar de que en varias oportunidades miré
de improviso hacia los ventanales de la casa. Quizá nos observaba con disimulo por
los visillos. Quizá no. Tal vez interrogaría a Camila por la noche, antes de acostarse, o cuando estaban por quedarse dormidas.

Nunca lo supe. Pero aquello era posible.
Muy de vez en cuando llegaban veraneantes a esa caleta. Cuando ello ocurría, era sólo de paso. El acceso por la costanera oponía muchos obstáculos y el sendero escalonado del cerro, por donde Camila y yo bajábamos cada mañana, era desconocido, salvo para los pocos habitantes que vivían en los alrededores.
La caleta nos pertenecía...

Ahora estoy con un antebrazo tapándome los ojos, protegiéndome de la rudeza
del sol de mediodía, pero alcanzo a ver que Camila se incorpora un tanto. Lo primero que me llega de ella es su cabellera sobre mi cara. Después sus labios, y su
voz:

-Te quiero, Lolo, te quiero.

Su sonrisa se acentúa. ¡Cómo amo su sonrisa! Fue lo que me encantó al
principio y es lo que me sigue seduciendo, y como no deja de sonreír jamás, jamás se
corta el hilo del que pende el hechizo.

-Me gustas, Lauren, me gustas.

Su voz me viene con una cadencia de murmullo.

Acerco su cabeza a mi pecho, donde la dejo descansar, y aproximo luego la mía
a su cabellera y hundo la cara en ella; ¡ah, si pudiéramos quedarnos así toda la vida!
Me viene a la memoria un poema aprendido en la academia; le recito una estrofa:

"Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona..."

-¿Te gusta, Camila? -Sí, sí, es muy bonito.

-¿Por qué?

-No sé, no sé, no lo entiendo, pero es bonito. Yo te quiero.

Después entramos al mar y nos besamos; mis labios se encuentran con los
suyos en un contacto tibio y frío, y salado a la vez, que también es lo más dulce del
mundo.


What Is Love? (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora