Hola _____

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Tres semanas después...

-¡Date prisa Danielle! -grité desde el salón.

-Si, si, ¡ya bajo! -bajó corriendo las escaleras.

-Pareces una fan real y todo. -le dije admirando su outfit.

Llevaba una camiseta negra muy grande, unas cadenas doradas en su cuello, muchos anillos y un pantalón más grande que ella misma. Al estilo de Billie.

-Soy una fan real, que no te lo diga es diferente. -pasó por mi lado, dejándome muda y salimos a la calle en busca de mi coche.

Yo vestía como siempre, con un chandal gris un poco más grande que mi talla normal y un beanie blanco.
Le dije a Danielle que conduciera, porque mis manos temblaban por los nervios.
Iba a ver a Billie, a mi Billie, el amor de mi vida.
Iba a experimentar cómo era ella sobre el escenario, iba a escucharla cantar todas esas canciones con las que tanto lloré, iba a ver sus ojos azules y su perfecta sonrisa, la volvería a ver aunque ella no supiera que yo estaba entre tanta gente.

Cuando llegamos al recinto, había una cola enorme. Nos colocamos en ella y nos pasamos dos horas allí hasta que la cola comenzó a moverse.
Toda esa gente, la mayoria chicas, llevaba alguna pieza de ropa con el logo de un pequeño muñeco ladeado. Supuse que era el logo de Billie, y ahora que lo pensaba creía haberlo visto antes, entre alguno de los dibujos que tenía colgados en las paredes de su habitación.

-No puedo creer que la vayamos a ver. -escuché que decía una chica delante de nosotras en la cola.

-Billie Eilish es irreal, es un ángel. -comentó una chica rubia.

-Es el amor de mi vida, ¡estoy que tiemblo! -añadió otra de sus compañeras.

¿El amor de su vida? ¡Billie Eilish era el amor de MI vida! Pero entendía a sus fans, las entendía perfectamente.

Me encontraba entre la gente, en un local no muy grande pero lo bastante como para que cabieran 5.000 personas. Logramos colocarnos bastante cerca, a unos diéz metros del escenario.
Allí había una especie de araña gigante, a su lado derecho una bateria y a su lado izquierdo una especie de piano.

Mi cuerpo temblaba, y mi sudor era frío. Me quité el beanie y lo metí en mi mochila, me quité la sudadera gris, también la guardé en mi mochila.

-Tranquila, todo va a estar bien. -dijo Danielle en mi oreja, habló bastante fuerte porque el ruido de la gente eufórica no dejaba escuchar bien.

Diéz eternos minutos después las luces del recinto se apagaron, y de repente la araña fué iluminada por una potente luz roja. Una melodía muy ritmosa comenzó a sonar, supe de inmediato que se trataba del beat de "watch".
Todos comenzaron a gritar, yo me aferré a Danielle para no caerme al suelo porque mis piernas temblaban. Las lágrimas amenazaron con salir por el orgullo que sentí en ese momento, y aún no la había visto.
Pero ver a toda esa gente muriendo por sus huesos y con la ropa de su logo, me llenaba el corazón de felicidad.
La base comenzó a sonar más fuerte y aparecieron dos personas. Reconocí a Finneas enseguida, dirigiéndose al piano con una guitarra colgando de su hombro, y otro chico del cual no sabía su nombre dirigiéndose a la bateria.

La luz roja y parpadeante se apagó, y una luz amarilla iluminó la cabeza de la araña.

El corazón se me paró cuando una figura apareció allí encima, con una capucha y dándonos la espalda.
Era ella.

You want me to be yours, well, then you gotta be mine
And if you want a good girl, then goodbye...

Su voz. Su dulce voz.

In the deep ocean | Billie Eilish Donde viven las historias. Descúbrelo ahora