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Decir que las cosas se habían salido de control era poco.

Manuel intento contactar a Mateo por todos lados pero al final fallaba, su madre ahora estaba distante de él y ciertamente no le importaba, en la escuela hablo con Valentín y este le pidió disculpas por no poder quedarse esa noche para él.

En la escuela las cosas transcurrían con normalidad, solo que al finalizar estas no había un Mateo un Daniel afuera.

Habían pasado cuatro días y no tenía noticias de Mateo, le estaba hartando la situación así que decidió ponerle un fin.

Sí Mateo lo estaba evitando, bien, pero quería escucharlo decir que no lo quiere más en su vida, solo entonces lo va a dejar de buscar.

Así que se puso su buzo y salió de su casa sin dar explicación alguna, camino por cuadras y entre más se acercaba a la casa de Mateo, más nervioso se ponía y reconsideraba todo, pero ya estaba allá y no podía arrepentirse.

Entonces todo la puerta y espero a que abrieran rápido, porqué sentía la mirada de varias personas sobre él. Sus nervios aumentaron cuando escuchó pasos acercarse y la perilla dar vuelta, sus ojos se enfocaron en el que él suponía que era el padre de Mateo.

Eh... ¿Esta Mateo? — Se esfuerza por sonar lo más normal posible, pero le tiembla un poco la voz —. Soy Manuel Vainstein, soy su amigo de Mateo.

Claro... — Murmura Pedro y se hace a un lado para que Manuel entre —. Esta arriba, podes subir.

Manuel murmuro un "gracias" y subió por donde Pedro le indico, toco la puerta un par de veces pero no recibió respuesta,  se debatía entre abrir o no, capaz Mateo estaba tomando un baño o lo había visto por la ventana y no quería abrirle o tal vez dormía.

Una sonrisa se asomo en sus labios ante imaginarlo dormido, con su carita relajada y sus perfectas facciones. Volvió a tocar la puerta y al no recibir respuesta nuevamente se animo a abrir esta, esperando que no tenga seguro.

La habitación de Mateo estaba alumbrada solo por una lampara un poco opaca, Manuel podía ver un bulto sobre la cama y se dio cuenta que Mateo estaba tirado sobre esta con loa audífonos puestos, tenía la cara sobre la almohada y apenas tapado, vestía una playera blanca junto con un short negro adidas, respiro tranquilo cuando sintió su perfume cerca.

Lo observo unos minutos y sonrió al saber que estaba bien, Mateo parece sentir la presencia y se remueve un poco, abre los ojos y los talla divisando de apoco a Manuel en medio de su habitación.

¿Manu? — La voz de Mateo sale ronca y baja, Manuel se estremece y asiente —. ¿Que haces acá? — Mateo toma asiento en si cama y talla sus ojos, Manuel es un lío de emociones, así que solo toma asiento a su lado y lo mira —.

Perdoname, posta, Mateo, nada de lo que paso debió ser así. — Manuel realmente se siente apenado y culpable, no esperaba que todo aquello fuera a pasar —. Es que mi vieja es una persona re densa, esta en contra de todo que tenga que ver conmigo.

Mateo también lo mira y suspira escuchándolo, desvía la mirada y muerde leve su labio, Manuel se queda callado unos minutos analizando las palabras que va a decir.

Perdón por todo, por lo de mi vieja, por no haberte contado lo de Valentín, por hacerte sentir mal y por hacerte perder el tiempo conmigo. — Manuel no deja de mirarlo en ningún momento, incluso cuando su voz se rompe un poco al paso que dice aquellas palabras —. Y sobre lo de irme de acá, eso no es verdad, yo jamás hice los exámenes, todo fue un arreglo... Es decir, mi vieja esta enferma pero mal.

Ríe un poco por su propia desgracia y respira hondo, pasa sus propias manos por sus rodillas y muerde un poco su labio.

Solo eso, supongo. — Termina Manuel —. Viene solo hasta acá para decirte que lo siento y explicarte todo, incluso lo de Valentín, qué bueno, fuimos algo pero eso ya es cosa del pasado y ahora solo somos amigos. Mi vieja fue una forra al decirte todo aquello, no sos menos que Valen, sos vos y eso a mi me basta, sos increíble y no tengo palabras para decirte que lo siento, por que te llegaras a sentir de otra manera que no.

Manuel busca que más decir, pero parece que ya es todo por lo que fue, Mateo se quedo callado todo el rato y no dijo nada, por lo que Manuel saco sus propias conclusiones.

No quiso preguntar sobre sí ya no lo quería ver, porqué en realidad no quería escuchar la respuesta.

El silencio de Mateo fue suficiente para él, por lo que se puso de pie y acomodo su ropa, miro a Mateo otro largo rato como si quisiera memorizar cada detalle de su rostro.

Pero finalmente se despidió de él.

Bueno, me voy. — Aclara —. Siento haberte despertado, descansa.

Le cuesta salir de la habitación pero abre la puerta y reza por que Mateo le diga algo, incluso se queda en la puerta por otros segundos, pero no recibe nada. Respira el aroma de Mateo por última vez y cierra la puerta a sus espaldas. Baja las escaleras y observa al padre de Mateo sobre un sillón en la sala, este le mira igual y le sonríe.

Adiós. — Se despide Manuel y Pedro le da un gesto de mano —.

Sale por la puerta de la casa y se queda ahí, mirando a su alrededor, mira la hora en su celular y muerde un poco su labio, ya que era tarde. Se pone sus audífonos y pone música a todo volumen, y emprende camino a su casa.

Cuando va por la mitad del barrio siente que lo toman del brazo, por lo que se gira un poco asustado, pero su corazón late a mil cuando es Mateo quién lo tiene por el brazo, se saca los audífonos cuando este le dice algo.

¿Te piensas ir solo? — Cuestiona Mateo y Manuel solo logra asentir —. No pienso dejarte ir solo a casa, menos a esta hora.

Creí que no querías hablarme. — Aclara Manuel, Mateo lo mira fijamente y se ríe un poco, confundiéndolo —.

Para ser bueno pidiendo disculpas, sos un completo pelotudo para otras. — Mateo pasa su mano por el brazo de Manuel y le toma la suya —. Ahora que lo pienso, lo que diga tu vieja me lo paso por las bolas.

Manuel se ríe ante eso y Mateo también.

¿Estamos bien? — Cuestiona Manuel, Mateo rueda los ojos y sin pensarlo dos veces se acerca a su boca para darle un beso corto —.

Estamos bien, idiota. — Murmura Mateo contra los labios de Manuel —.

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No más para decirles que se acerca el final, muchas gracias por el aguante.

All the love as always, K.

é l i t e; Trueplik.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora