La Squadra Di Ezecucion Y Buccelatti Gang

~Ghiaccio~

Desde que me uni a ellos todos fueron muy amables conmigo, claro, cada quien a su modo. Pasado un tiempo en la squadra di esecuzione aprendí sus modos.

Un año transcurrió desde que entré. Ya era una de ellos, pero, aún había alguien al que parecía disgustar mi entrada aquí. No sé si fue bajo las circunstancias en las que entre, pero era  claro que yo a él no le agradaba.

Se supone que desde un principio cuando logré superar la prueba que Polpo me había dado para entrar, yo iría directo a un grupo conformado por un tal Squalo y Tiziano, y otros hombres más. Pero por motivos aún desconocidos para mi, fue el mismo jefe el que ordenó que yo fuera transferida a el grupo de asesinos élite de Passione.

Bajo esas circunstancias era de esperarse que todos en la squadra sospecharan de mi como una espía. Pero cansada de repetirlo, les decía que ni siquiera había visto al Jefe y que yo no era una espía, y que también desconocía por qué decidió que yo cambiará de equipo sin siquiera unirme inicialmente.

Y tuvo que pasar un complejo año para que por fin todos confiaran en mi. Fueron meses en los que todos me investigaban, Risotto me hacía miles de preguntas y me ponía difíciles pruebas. Todas las superaba puesto que yo no tenía nada que esconder.

No fue hasta una misión junto con Formaggio en la que él estando en peligro, yo me lancé a protegerle y fui herida casi de muerte, que por fin obtuve su confianza. Esta acción hizo que Risotto confiara en mi y por ende, los demás me vieron al fin como una miembro más de ellos. Todos menos uno que no tuvo descuido en seguir diciendo su incomodidad y enojo que sentía al yo formar parte de la squadra.

Ya en la actualidad, Risotto nos asignó una nueva misión. Esta vez involucraria a Illuso, Melone, Formaggio en un mismo equipo en búsqueda de un posible traidor a Passione.

Esa era una misión, pero Risotto tenía otra para los otros miembros de nuestro equipo. O sea, para Sorbet y Gelato, Prosciutto y Pesci y él propio Risotto Nero en búsqueda de un segundo objetivo. Pero esta vez se trataba de un gobernador que en sus discursos había asegurado eliminar la corrupción y tráfico de drogas que invadía todo Nápoles. Un gobernador que le había hecho una amenaza a quien sea que estuviera al mando de Passione, de acabar con su negocio.

Un claro error ya que a jefe no le gustó esto y encomendo la tarea de matarle al mismo Risotto Nero. Es por ello que sería un trabajo de sigilo y perfección.

¿Cuál era el problema? Pues que precisamente quienes no participarían en estas misiones sería yo y aquel que me ha estado siendo un piedra en mi zapato desde el día en que pise este equipo, Ghiaccio.

Ghiaccio no iría porque, según las propias palabras de Nero, era de los mejores acabando con sus objetivos pero su temperamento explosivo podría ser una debilidad pues la misión requería sigilo y prudencia, sería matar a un gobernador. No era cosa tan fácil.

Yo no iría sólo por mi falta de experiencia, sólo por eso.

Me dio un enorme dolor de estómago saber que pasaría unos tres días a solas con ese chico. Ghiaccio no puso queja ya que era el mismo Risotto el que le desechaba de la misión. Y nuestra participación en la misión de Illuso y los demás no era necesaria.

Así que no había de otra más que aguardar en casa hasta que los demás terminarán los trabajos.

Y por la mañana todos se marcharon dejándonos sólos. Se fueron en la madrugada cuando Ghiaccio y yo aún dormiamos.

Trataba de ser positiva ante la situación, tal vez está sería una oportunidad para hacer las pases con Ghiaccio y que este por fin me aceptará. Así que me levanté a las 7:07 am y preparé algo de desayunar.