~Tu cruel forma de amar~

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Sabía en lo que me metía con él, sabía quién era él y lo que hacía. No era un buen tipo, sabía que era despiadado y mantenia un margen de hombre peligroso.

Y aún así fui y me enamore, en el interior de ese cruel asesino venía a un hombre sincero y realista, veía a alguien que parecía disfrutar la vida. Sus comentarios burlescos no siempre eran atinados. Digamos que él era muy transparente con sus comentarios, sin tenerle por cuidado que con estos llegará a lastimar los sentimientos de a quién se los dirigía.

Aún así él parecía estar atraido por mi y después de conocernos por un tiempo, formalizamos una relación.

Me llevo a vivir a su casa, yo era más joven que él. Tenia 18 y en mi locura hacia él acepte salir de mi casa e irme con un hombre de 25 años de edad.

Le esperaba cada noche con los brazos abiertos y la cena lista. Él siempre estaba ocupado haciendo trabajos que no me podía contar "Es por tu bien" repetía.

Los primeros días fueron como los de un cuento de hadas, jugabamos bien el rol de mujer hogareña y hombre de la casa. Hasta que, él empezó a querer más de mi.

Quería tener sexo con más frecuencia, el problema esta en que empezaba a ser más rudo con sus caricias. Tanto que comenzaba a encontrar sus peculiares gustos masoquistas. Le gustaba dominar y en muchas ocasiones, mientras lo haciamos se refería a mi como "Mi pequeña puta" al principio no me molestaba, después de todo en el calor del momento uno suele soltar ciertas palabras que llegan a ser excitantes.

Pero la forma en que este se refería a mi cada vez iba siendo más dura, sumando la rudeza con la que sujetaba mis caderas y cabellos al llamarme así. La excitación y lujuria llegaba a ser humillación para mi.

Una vez le dije que no me llamará así. No lo hice con un tono molesto. De hecho apenas y pude pronunciar estas palabras pues el dolor de sus embestidas no me dejaban aliento.

Este al escucharme se molestó y me avento hacia el otro lado de la cama. Me dijo que era una sensible y comenzó a lanzar una serie de insultos hacia mi. Me quedé aterrada al ver su violenta reacción.

Al día siguente no podía dirigirle la palabra del miedo que este comezaba a causarme.

Me abrazo de la cintura mientras yo preparaba unos huevos para el desayuno, no quise prestar atención a sus caricias pero este con molestia empezó a apretarme con fuerza.

-¿Por qué te pones así? ¿Ya no me amas? ¿Ya no aceptas mis caricias?- decía susurrando a mi oido mientras me apretaba con más fuerza.

La presión era tanta que se me dificultaba respirar, le rasguñaba los brazos con la esperanza de que me soltara. Pero este bufaba con furia y apretaba a un más.

-Ill-illuso... Por-por favor dejame- decía apenas y hablado.

-Te estoy abrazando ¿es que no te gusta que sea así de romántico contigo? Ya no te gustan mis caricias, seguro y encontraste a otro.

-N-no- daba gritos ahogados de dolor- te amo, no sería capaz de...

-Entonces ¿quién tiene la culpa del dolor que sientes ahora?

-Y-yo

-Habla fuerte, no te escuche-dice apretando más.

-¡Yo!- grite con mis últimas fuerzas.

Luego de eso Illuso me soltó. Me tiré al piso apenas tomando algo de aire. Me dolía mi vientre, estaba apunto de llorar.

En eso Illuso se posa ante mi y tomando mi barbilla levanta mi cara llena de lagrimas.

-Aww- dice en tono burlon- no llores amor, detesto ser así pero tu no me dejas opción. Solo dejemos esto atrás ¿okey? ¡Es más! Hay que salir de compras

Le miraba aterrada, tenía una sonrisa de psicópata. Un sinico sin remordimiento. Hasta que este apretó fuerte mi barbilla.

-¿Okey?

-Si- dije aterrada pero con una falsa sonrisa.

Este solo me sonrió y me dejo ahí tirada.

-Se te quemaron los huevos- dice aventando el salten al lava platos con molestia. Solo temble ante el ruido del azote.

Sin más me cambie y trate de no pensar en tan agobiente momento. Estaba muy ilusionada por salir a pasear con Illuso. Tanto que me puse un labial rosa, me rice la pestañas y me puse rubor en las mejillas. Me sentía muy linda hasta que vi a Illuso reflejado en el espejo mirándome atento.

-¿Qué te pusiste en la cara? Para que te arreglas tanto- decía con una cara de desprecio.

Le dije que solo había puesto algo de rubor en mi mejilla para verme mejor. Este me ordenó despintarme pues otros hombres me verían en la calle. "Solo yo puedo verte, ¿para qué tea arreglas así?" me decía.

Ya estaba harta de sus insultos y celos enfermizos. Tiré mi cepillo del cabello al espejo y este se rompió. Rápidamente comencé a guardar mis cosas y antes de salir olvide el pequeño espejo que teníamos en la sala como decoración.

Illuso saco su brazo de ahí y me jalo hacia adentro con furia. Sabia que él tenía una especie de habilidad, una habilidad que le permitía adentrar a la gente a su mundo solitario. El mundo de los espejos.

Este me tiro al piso y con sus fuertes manos logró posarse arriba de mi. Me retórcia tratando de safarme de él pero la diferencia de tamaño y fuerza me domaba.

-Deja de moverte- decía sonriendo- harás que me exite.

-Dejame en paz- le gritaba llorando.

-¿Qué te deje en paz? Dime, qué harás cuando te deje ir ¿a dónde irás? Recuerda que en tu casa no eres bienvenida. Eres la tonta niñita que se fue de su casa dejando solos a sus padres ¿de verdad crees que te perdonarán?

-Da igual, ir a cualquier lugar es mejor que estar en este infierno contigo- le decía con furia.

-Aww- otra vez se burlaba- la pequeña gatita esta enojada ¿Estas segura que cualquier lugar es mejor que estar conmigo? ¿Tiene idea de lo que las calles de Nápoles le harían a una gatita sola como tú? Se realista amor, no tienes opciones. Te quedarás conmigo. Además me doleria mucho ver a mi dulce gatita vendiendo su cuerpo a menos de 10 lirias en la esquina de un barrió de mala muerte.

-Cie-cierra la boca ¿por qué me tratas así? Yo te amaba, me enamore perdidamente de ti y me tratas como basura- comencé a llorar.

Luego de eso Illuso toma mi cara y la levanta. Me mira con ternura mietras limpia mis lágrimas.

-Perdon, mia bella. Haremos un trato, tu no vuelves a poner un pie fuera de esta casa y yo prometo cuidarte y amarte, eh ¿qué dices a eso? Me doleria mucho tener que matarte si dices que no. Es que sigo siendo un niño muy egoista. Me gusta jugar solo con mis cosas. Odiaria tener que romper mi juguete favorito.

Aquel hombre que había jurado era el ideal para mi se llenaba de un aura oscura, veía a mi Príncipe azul convertirse en el malo de la historia. Veía con desilusión aquello que amaba podrirse... Pero no tenía otra opción, estaba atrapada en su mundo. Su mundo solitario.

Le dije que si y después nos abrazamos, le abracé fuerte y con ternura. Bese su cuello mientras lloraba y este me abrazaba calidamente.

Abrazaba con ternura y tristeza aquello que alguna vez ame y creí que me había amado. Ya le había pedido. Yo me había perdido en su cruel forma de amar...

Aquí la primer historia corta que subiré en esta cuenta, tranquilas no todas serán así de tóxicas. Es que se me vino apenas en la mañana esta historia a la mente y decidí que sería la primera en inaugurar esta temática 💜

¿cuántas más aman al Hee Hee?

La Squadra Di Ezecucion Y Buccelatti GangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora