El amor es para los cuentos [к.т.н + ʝ.ʝ.к] •(Segundo Libro)•

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TaeHyung.

       
     
    

—¿Disculpa...?

Siento mi respiración cortarse y mi corazón detenerse al haber escuchado su pregunta.

—Yo, quiero saber quién fue exactamente Jeon JungKook

Las lágrimas claramente paran, me siento en mi lugar mientras soy fijamente observado por él. A una corta distancia.

—¿Por qué preguntas de pronto? —cuestiono, realmente confundido y desconcertado

—Ah, eso... —suelta una risa nervioso, rasca su nuca y sonríe—. Olvidemos esto, lamento molestarlo, será mejor que me vaya a dormir

—¡Espera!

JungKook está a punto de irse cuando lo tomo de la mano rápidamente, él me mira de inmediato con sorpresa al estar ya de pie junto a la cama.

—No te vayas —pido, sin saber bien el porqué—. Por favor

Dudoso, asiente y vuelve a tomar asiento en la orilla de la cama. Suelto su mano cuando él las mira y suelto una risa.

—Te diré quién fue él, si tú me dices después el porqué, ¿trato?

—De acuerdo

Me acomodo en mi lugar, dispuesto a contarle lo que sé.

—Jeon JungKook fue mi mejor amigo desde que éramos adolescentes, incluso algún tiempo vivimos juntos —empiezo, soltando una risa—. Podría decirse que el destino nos hizo conocernos

—¿Y qué fue lo que pasó? —pregunta realmente curioso—. Quiero decir, ¿cuál fue el motivo por el que se fue?

Guardo silencio por un momento, y cuando pienso en decirle la verdad, lo miro. Sus ojos, maldición... aquella mirada que me da es realmente terrible para mí.

Y la culpa, regresa nuevamente.

—Es que él, sufrió por muchos años la pérdida de su madre

—¿Qué? Cómo lo siento yo, no tenía idea de esto...

—Está bien —sonrío no tan convencido—. Realmente creo que te debía una explicación más larga del porqué aquella vez reaccioné así contigo

—¿Es por mi nombre? —pregunta, lo observo atento—. ¿Es porque me llamo JungKook también?

—S-sí —respondo titubeante—. Escuchar ese nombre realmente es duro para mí, después de todo, era más que sólo un amigo... lo quise mucho, y a veces lo extraño

Wang JungKook no dice nada, no me mira. Parece sentirse triste por lo que le he contado, sin embargo, vuelve a hablar después de unos segundos.

—Perdí a mi padre cuando tenía once años

JungKook vuelve a mirarme, con su mirada brillando entre la oscuridad.

—Puede que no haya sido el padre más cariñoso del planeta, pero siempre estuvo para mí

—Lo lamento

—¿Sabe? Alguna vez me pasó algo demasiado extraño

—¿Qué cosa? —lo miro, ahora curioso

—Una vez, cuando tenía ya dieciséis años, caminaba por las calles para regresar a casa... de pronto, de la nada, un hombre caminó frente a mí, en la acera contraria a la mía. Era él, de verdad, su rostro, su manera de caminar, todo él era idéntico a mi padre