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TaeHyung.

       
      
     

El sonido suave de las aves comienza a despertarme. Me remuevo en mi lugar, sintiendo una gran satisfacción al sentirme muy bien descansado y acobijado.

Mis párpados no pesan al momento en que los abro, y cuando puedo observar con claridad el lugar donde me encuentro, el recuerdo de lo pasado anoche regresa a mi mente.

Wang JungKook, me había besado.

—Maldición...

Me despabilo completamente y me levanto de la cama con calma; miro la hora, apenas son casi las seis de la mañana.

Tiendo la cama y arreglo las cosas en la habitación, me acerco al espejo dentro del espacio y observo la ropa que llevo puesta; es de JungKook. Sonrío, sintiéndome un completo tonto al hacerlo con sólo pensar en lo pasado ayer, con tan sólo pensar en lo maravilloso que había sido besarlo a él.

Pienso en cambiar mi ropa para bajar a desayunar, y cuando estoy desabrochando la camisa del pijama, la puerta repentinamente se abre.

—¡Buenos días hyu...!

Levanto mi vista hacia el ya arreglado doctor Wang, él se congela en su lugar mientras observa con sorpresa mi pecho descubierto por la pijama.

Luego, contengo una risa cuando noto un leve sonrojo en sus mejillas y orejas.

—Buenos días JungKook —digo con simpleza, sonriendo

—¡Ah, lo siento! —ríe, desviando su mirada perpleja—. ¡Sólo...! Vine a preguntarle si quiere bañarse

—Oh, ¿podría?

—¡Claro que sí! —me mira por un segundo, luego, vuelve a desviar su mirada—. El baño está al final del pasillo, puedo prestarle ropa si...

—Está bien —suelto una risa sin burla, deteniendo su hablar—. Usaré la que llevaba puesta ayer, gracias

—El... el desayuno estará listo pronto

Vuelve a sonreír nervioso cuando me mira a los ojos y sale con extrema rapidez de la habitación, incluso, cerrando la puerta con algo de excesiva fuerza.

Vuelvo a sonreír como un idiota enternecido por la actitud de Wang JungKook. Y, por un momento, incluso puedo decir que olvidé la similitud de su rostro, y voz, con la de Jeon JungKook.

Vuelvo a abotonar la camisa de dormir que llevo puesta, tomo mi ropa del día anterior y camino hasta la puerta de la habitación dispuesto a tomar la ducha que me ha ofrecido JungKook.

Me acerco sin tanta prisa hasta la puerta al final del pasillo, y cuando estoy por abrirla, esta se abre y muestra a Wang JungKook totalmente sorprendido y asustado por verme frente a él.

—¡Lo, lo siento! —exclama, soltando una risa de nuevo—. Yo, me lave el rostro antes de bajar y... ahora, lo dejo tomar una ducha

Miro con asombro la fina capa de agua sobre sus mejillas aún coloradas, y cuando él lo nota, suelta una risa y camina fuera del baño, cubriendo su piel enrojecida.

—Adelante... puede ducharse ahora

—Gracias JungKook

Él asiente, y cuando se va, lo hace como si estuviera huyendo de la situación mientras parece correr lejos de mí. Y vuelvo a reír.

—Ah, JungKook... ¿cuánto más vas a hacer que te mire así?

       
     
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El amor es para los cuentos  [к.т.н + ʝ.ʝ.к]  •(Segundo Libro)•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora