Lemon Boy. [AizaBaku]

#noshirton

KATSUKI BAKUGO.

Mi alarma sonó y entre sueños la apagué, me estiré un poco y miré hacia el lado notando a Aizawa dormir profundamente. Sonreí levemente y me subí sobre él dejando un besito sobre su nariz.

—Aizawa, oye~.

Volví a repetir lo mismo y salté sobre él levemente logrando que se despertara.

—Tsk, buenos días..

—Te ves cansado.

—Últimamente siempre soy así.

Rió levemente posando sus manos en mi cintura acariciándola con suavidad.

—Aunque se siente bien despertar contigo encima, mocoso.

Me acerqué a él para dejar un beso sobre sus labios, el cual estaba durando bastante hasta que golpearon la puerta de mi habitación.

—¡Bakugo! ¡Vamos tarde!

Me separé del beso suspirando fuertemente mientras Aizawa intentaba no hacer ruido, pues suponía que nadie sabía que se había quedado a dormir y que pensaban que se había ido en algún momento de la noche.

—¡Bakugo! ¡Entraré!

La puerta se abrió dejando ver al rubio, lo fulminé totalmente con la mirada haciendo que se devolviera algo sonrojado y cerró la puerta rápidamente.

—Supongo que ya se enteró...

Miré molesto a Aizawa pero no duré mucho pues me atrajo hacia él y me besó, algo que no podía evitar que me hiciera sentir bien.

—¿Debes ir a tu agencia?

Asentí bajándome de encima suyo para estirarme, estaba solo en bóxers y ahora mi cuerpo estaba mucho más definido y tonificado que antes.

—Uh...

—¿Uh?

Le miré de reojo mientras buscaba ropa, me puse una polera gris algo holgada y suspiré mientras comenzaba a bajar mi ropa interior, la verdad no me molestaba si Aizawa me veía.

—¿Qué tan atrasado estás?

Miré el reloj mientras me ponía el bóxer limpio y bostecé antes de contestar.

—Diez minutos.

—¿Y cuántos te puedes atrasar?

—Cuarenta.

—Bien. Ven aquí.

Le miré algo confundido y me acerqué a él con pereza, me jaló de la cadera haciendo que cayera recostado sobre la cama y me acorraló en ella dejándome abajo. En ese instante entendí completamente la situación y la verdad, la aceptaría.

—¿Aún quieres que te llame Daddy?

—Puedes hacer lo que quieras, Katsuki.

Me sonrió mientras me guiñaba un ojo y prontamente atacó mi cuello. Hice espacio y crucé mis piernas tras su cadera para apegarlo más a mí. Su miembro comenzó a rozarse con el mío de forma suave, su tacto era completamente diferente al de Kirishima y Kaminari, me calentaba a más no poder.

—Mírame~.

Apenas lo hizo junté nuestros labios en un lujurioso beso que duró pocos segundos pues me acerqué a su oreja para susurrar allí.