Lazos de Sangre

Anexo: Te amo, Perdóname y Olvídame...

Hao seguía sumido en su eterno sueño, las fuerzas de su cuerpo ya se estaban agotando, su mente ya no quería esforzarse en pensar, sin embargo su corazón no se quería detener, había un gesto incierto en su cadavérico rostro, nadie se atrevía a entrar, sabían que en cualquier momento lo encontrarían sin vida... eso era algo que nadie se atrevía a imaginar.

De pronto Hao se vio rodeado a si mismo por un paisaje hermoso, un paraje lleno de flores, un campo que se le hacía de alguna extraña manera familiar, había estado en ese lugar, pero no recordaba ni cuando, ni con quien o un porque, sólo lo recordaba, cuando una dulce voz lo sorprendió justo detrás de él.

-Es un hermoso lugar no crees?

Hao abrió inmensamente sus ojos, esa voz lleno su corazón de una inmensa felicidad pero a la vez lo hizo llorar, no podía entender que era lo que le estaba ocurriendo, el gran shaman del fuego llorando así... de pronto y sin saber porque.

-Déjame adivinar... no me reconoces verdad?

Dijo una hermosa joven de cabellos rizados y dorados como el sol, unos hermosos ojos azules como el cielo y una piel blanca como la nieve.

-Para ser honesto... no... la verdad que no te reconozco.

-Entiendo, bueno, te haré recordar tu pasado, tal vez así encuentres un buen motivo para tu pena.

-Mi pasado dices? A caso tuvimos algo que ver en el pasado?

-Haha, sí, tuvimos una historia.

-Y crees que con una historia del pasado podré arreglar mi presente?

-No lo sé, eso espero.

-Quién eres?... extrañamente me pareces familiar.

-Yo, soy la razón real de porque te hiciste tan poderoso hace mil quinientos años.

Dijo la joven en un tono serio, haciendo que Hao quedara boquiabierto.

-Tú eres mi madre?

Pregunto Hao con sorpresa en la mirada y un tono de voz un tanto alterado.

-Idiota... como te atreves...

La joven le dio una bofetada a Hao que lo hizo poner los ojos en blanco, sabía que ese golpe ya lo había sentido antes.

-A caso me ves con la edad para ser tu madre?

-Eh?... quién diablos te crees para golpearme.

-...Veo que no has cambiado mucho Asakura .

-A caso tengo algún motivo para cambiar?

La chica rubia veía a Hao con los ojos entrecerrados y una expresión muy seria.

-Eh? Espera un minuto, quien eres tú? Por qué narras todas mis acciones?

Qué quién soy? Soy el narrador de la historia quien más habría de ser?

-Yo no pedí ningún narrador...

Y yo no pedí ser tu narrador...

-Entonces porque carajos estas metiéndote en la historia?

Yo que sé... cualquier queja hazla llegar al escritor...

(ejem yo qué? )

-Hey tú... me puedes decir porque hay un narrador en mí historia?

(Simple mente por que quise)

-Yo no pedí ningún narrador

Y yo no pedí ser tú maldito narrador...

(Quizá se callen los dos y me dejen seguir escribiendo...)

-Dame una buena razón para permitírtelo...

(Simple y sencillamente porque si no sigo escribiendo tú y tu pequeña y patética historia no existirá... básicamente soy tu dios HAHAHA *insertar risa malvada aquí*)

-Quieren los tres callarse y dejarme continuar?

(A mí no me des órdenes rubia desabrida ¬¬)

-Desabrida yo? Que grosero...

(sí sí como sea soy grosero y pedante... pero yo les doy vida así que CIERREN LA BOCA Y DEJENME CONTINUAR)

Ok ok jefe no se enoje ya lo dejamos continuar pues .____.

-Sí como sea, quieres continuar con mi historia por favor?

(Eso es lo que intento maldita sea >.<)

-Ok ya te dejaremos trabajar...

Pero yo...

-Dije que lo dejaremos trabajar ¬¬

Okay u.u

(ahgdfahgsdfafsd ¬¬ Ok ya continuo)

............ Disculpen esa pequeña discusión estimados lectores.........

La chica rubia veía a Hao con los ojos entrecerrados y una expresión muy seria.

-Aún que no lo recuerdes Hao, tú y yo tenemos una historia por demás larga y muy cercana.

-A qué te refieres exactamente?

-A que nos conocemos desde hace muchos años...

Hao abrió inmensamente los ojos sorprendido por el comentario de esa chica.

-A caso tú... tú eres Anna?

-Vaya por fin me llamas por mi nombre, así es yo soy Anna, la misma Anna de hace 1500 años.

-Pero como es qué?

-A caso ya no crees en el destino Hao?

-Que si ya no creo?

-Aja... tú solías decirme siempre que todos tenemos un destino marcado y que venimos a este mundo con una misión en específico, que nada ocurría nada más por que sí.

-Eso quiere decir que tú y yo...

-Exacto... hemos estado destinados desde el primer día de nuestras vidas hace 1500 años mí amado Hao... Déjame refrescarte la memoria.

Mientras que la Anna de 1500 años le contaba su historia pasada a Hao, la Anna actual volvía a la habitación en donde estaba Hao dormido y moribundo, se sentó a su lado acariciando sus cabellos lentamente, sonreía más para ocultar su pena que otra cosa.

-Aún que no quieras Hao no voy a dejar que te rindas tan fácilmente...

Anna hizo un extraño movimiento con las manos y comenzó un largo rezo tratando de darle paz y tranquilidad a Hao y así pudiese volver a su lado, mientras que Hao sentía la calidez de Anna que rezaba con todo su corazón y escuchaba al mismo tiempo a la Anna de 1500 años, pensando en las palabras que le dijo.

Hemos estado destinados desde el primer día de nuestras vidas hace 1500 años.

Continuará.