Capítulo 5: Sentimientos Parte 3: Decepción

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Yoh se levantó dolorido, apoyándose en Harusame, caminaba lentamente y con mucho dolor, el trayecto hasta su casa era un poco largo, por suerte para él, Tamao se encontraba cerca para ayudarlo a regresar a casa, durante todo el camino Yoh pensaba en las palabras de Hao que lo dejaron con muchas dudas.

-Flash Back-

- Yo solo te evite el dolor de ser el “contenedor” de los Asakura… sacrifique muchas cosas para que tú tuvieras una vida normal-

-Fin Del Flash Back-

-El “contenedor” de los Asakura?... a qué diablos se refiere…

Dijo Yoh entre gemidos de dolor.

-No se esfuerce joven Yoh, ya casi llegamos a su casa, para que lo atienda un médico.

-No es para tanto Tamao, solo me duele cuando me rio hihihi.

-Entonces no lo haga joven Yoh.

La pobre chica era tan ingenua que creía que el solo reír le causaba dolor a Yoh, la realidad era que el dolor físico que estaba sintiendo, no se comparaba con el dolor mental que tenía justo en ese momento, debía averiguar la verdad, y a que se refería Hao con eso del contenedor de los Asakura, aún había muchas cosas que no alcanzaba a entender, pero por el momento solo quería llegar a su casa y dormir profundamente, tal vez mañana su cabeza estaría en mejores condiciones para poder pensar un poco sobre lo ocurrido esa noche.

-Santo cielo, pero que te paso Yoh?
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Dijo Keiko al abrir la puerta y descubrir las condiciones en las que se encontraba Yoh, el cual se dejó caer en los brazos de su madre.

-Solo quiero dormir.

-Nada de dormir, llamare a un médico inmediatamente.

-No es para tanto madre.

-Que sí lo es, Tamao, tráeme el teléfono.

-Sí señora.

Keiko cargo como pudo a Yoh y lo llevo hasta su habitación, lo acomodo en su cama, mientras Tamao le entregaba el teléfono para llamar al único médico que podría atenderle a esas horas de la noche.

-Tendré que llevarlo a la clínica, tiene tres costillas rotas, necesito operarlo de inmediato.

-P-pero estará bien?

-Confié en mí, soy Fausto VIII, el mejor medico de Alemania HAHAHAHA.

Fausto  se llevó a Yoh en su auto para revisarlo mejor, mientras Keiko se quedó en casa, más no sabía si preocuparse por las heridas de Yoh o por lo que ese médico tan extraño sería capaz de hacerle, en ese momento, el timbre de la casa sonó en más de una ocasión, la joven Tamao abrió la puerta, con enorme sorpresa en sus ojos, arremetió contra quien estaba enfrente.

-El joven Yoh no se encuentra en este lugar, por su culpa está mal herido, debería tener vergüenza de regresar.

-De que se supone que hablas niña?

-Quien es Tamao?

Grito Keiko desde dentro, asomándose lentamente.

-Hao, donde se supone que estabas? Alguien ataco a Yoh, por que no hiciste nada?

-Oh pero si hice madre, yo fui quien lo ataco.

Sentencio Hao con una sonrisa altanera en su rostro.

-Era necesario, Yoh se estaba comportando como un idiota, comenzaba a cansarme…

Hao fue interrumpido por un fuerte golpe en su mejilla, él solo le permitía a Keiko que lo golpeara, de ser cualquier otra persona, ya le hubiese arrancado la mano, aún que en realidad Anna ya lo había abofeteado en ocasiones anteriores, pero él no lo contaba, ya que fue con su propia mano…

Lazos de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora