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Buscando a Pig

(*)Ozymandias: Es el decimocuarto episodio de la quinta temporada de la serie de televisión Breaking Bad. Tras su estreno, el episodio recibió una aclamación unánime por parte de la crítica y la audiencia, y se le ha considerado como uno de los mejores episodios televisivos de la historia.

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"¡Ay, Jesús!", grita Alec, sacando la mano de la jaula de Bart. "Tengo que darte de comer, Bart. Eso no es opcional".

"No quiero nada de tu comida desagradable", dice Bart, alejándose de Alec y cavando en sus astillas de madera. "Vete."

"Por el amor de Dios, Bart", Alec responde, "¿te mataría ser un poco más amable de vez en cuando? Quizás entonces alguien te quiera, carajo". Bart hace una pausa brusca en su excavación antes de comenzar de nuevo, más duramente que antes. Alec se siente horrible. "Mierda, Bart, lo siento", dice, "por supuesto que alguien te quiere".

"Vete", murmura Bart, aun mirando lejos de Alec.

"¿Es esto porque te dije que Magnus no volverá?", dice Alec cuidadosamente. Fue una sorpresa completa, unas semanas después de que Alec rompió con Magnus, que Bart llamó a Alec y le preguntó tentativamente dónde estaba Magnus.

Alec estaba tan sorprendido, y eso, junto con la punzada de tristeza que aún sentía por cualquier mención de Magnus, no había sido tan discreto al decirle a Bart que, no, Magnus no volvería. Al menos no a corto plazo.

"Vete", dice Bart, antes de meter la cara en el agujero que acaba de hacer.

"Bien", Alec suspira, alejándose. Jace le está mirando con ojos grandes y tristes desde detrás de la caja registradora, por lo que lo ignora y va a ver a los reptiles. Todos sus amigos piensan que ha cometido un terrible error al abandonar a Magnus, pero Alec decidió que lo mejor es fingir que Magnus nunca sucedió y seguir adelante agresivamente con su vida.

"Hey, ¿Alec?", llama Raphael desde la habitación de atrás. "Ragnor está en el teléfono para ti".

Alec se queja. Había conocido a Ragnor unos días después de que las cosas terminaron con Magnus, cuando Alec había estado tristemente parado en medio del zoológico de Londres, rodeado de pingüinos y tratando de ignorar el hecho de que se sentía horrible todo el tiempo.

Resulta que Ragnor es uno de los zoólogos en el zoológico, y pensó que la forma en que los animales reaccionaron a la presencia de Alec fue absolutamente fascinante. Él ha estado tratando de ofrecerle un trabajo a Alec desde entonces.

"Dile que me ha comido una serpiente gigante", dice Alec. "O que me he ido a Sudamérica".

"Está ocupado", Alec escucha a Raphael decir y pone los ojos en blanco.

Desde afuera suena un trueno extremadamente fuerte y la lluvia comienza a caer en cubos. Todos los animales entran en pánico, retorciéndose y aullando. Alec camina para calmarlos, hasta que hay otro trueno y se ponen histéricos nuevamente. Alec suspira y se vuelve hacia Jace.

"Creo que hoy podemos cerrar temprano", dice Alec. "Nadie va a salir con eso".

Jace asiente y comienzan a recoger sus cosas.

Por lo general, Alec se sentiría mal si dejara a los animales solos, especialmente con la tormenta, pero está muy cansado. Solo quiere llegar a casa con Eli y mirar a Ozymandias(*) por quincuagésima vez, pero tan pronto como termina de cerrar, despidiéndose de Raphael y Jace mientras se mueven rápidamente a la estación de metro más cercana, su teléfono comienza a vibrar en su bolsillo.